Con motivo del Día de la Madre, la psicóloga Carmen Alegre de Mundopsicologos.com nos habla de qué significa ser madre en el siglo XXI, cómo ha cambiado el concepto de maternidad y cómo sobrevivir al Mom Shaming, aprendiendo a conectar con el amor y la sabiduría interior
Cada mujer tiene derecho a elegir su manera de ser madre, siempre y cuando se ejerza el amor, cuidado y protección hacia los hijos. “¿Pero no le das el pecho?”, “¿Has salido con tu pareja dejando a tu bebé con una canguro?”, “¿Cómo puedes vestir así a tu bebé?”, “¿Ya has vuelto al trabajo tan pronto?”. Entonces, ¿por qué muchas madres se toman el derecho de juzgar a otras madres? ¿Es un problema de competencia femenina? ¿Es algo que siempre ha existido o ha nacido con las redes sociales?
Más independientes y emancipadas como mujeres, más juzgadas como madres. Con motivo del Día de la Madre, la psicóloga Carmen Alegre de Mundopsicologos.com nos habla de qué significa ser madre en el siglo XXI, cómo ha cambiado el concepto de maternidad y cómo sobrevivir al Mom Shaming, aprendiendo a conectar con el amor y la sabiduría interior, que cada error forma parte de un aprendizaje, y reconociendo que lo mío es bueno para mi. Lo tuyo es bueno para ti. Y juntas podemos enriquecernos.
Qué es el Mom shaming. ¿Qué tipo de madre suele ser víctima de estos ataques?
«Avergonzar a la madre, o Mom shaming – explica Alegre – es una forma de sexismo, discriminación, incluso a veces de acoso a través de las redes sociales que padecen algunas mujeres, por tener ciertas acciones que se consideran como malos comportamientos de ellas hacia sus hijos. Las críticas, cuya intención es avergonzar y hacer sentir que es una “mala madre”, son de todo tipo, ¿No le das el pecho?, ¿Has salido con tu pareja dejando a tu bebé con una canguro? ¿Cómo puedes vestir así a tu bebé? ¿Ya has vuelto al trabajo tan pronto?
Las mujeres que suelen recibir este tipo de ataques son aquellas que deciden compartir momentos de su vida privada en las redes, pudiendo ser blanco de todo tipo de personas -principalmente, otras mujeres- que se sienten con el derecho de juzgar, culpabilizar y condenar las conductas que según ellas no son las idóneas, de acuerdo por supuesto a sus valores y principios, y sin tener en cuenta el derecho de los demás a vivir su vida, y en este caso, a la crianza, el cuidado y la educación de su progenie. Actualmente quienes mayor afrenta están recibiendo son aquellas mujeres que son profesionales, que suelen tener una vida intensa, que cuidan su cuerpo y su belleza, y donde la maternidad, aún siendo importante, es una faceta más de su vida».
Cómo sobrevivir al Mom Shaming. Consejos para «malas madres»
- Escucharte y sentirte ti misma. Ante las múltiples teorías sobre la mejor forma de criar, educar y proteger a los hijos, ¿cómo te sientes tu como madre?, ¿qué estás dispuestas o no hacer? ¿qué retos estás afrontando? ¿qué necesidades tienes cómo persona más allá de la maternidad y cómo satisfacerlas?
- Dialogar. Si tienes pareja, dialogar sobre cómo queréis vivir la crianza juntos, que quieres y deseas también permitirte como ser individual, y como pareja, y cómo quieres vivir como familia.
- Conectar con el amor y permitirse equivocarse. Conectar con el amor que cada madre siente hacia sus hijos, y sentir que hagas lo que hagas, lo estás haciendo desde tu amor, y desde tu sabiduría interior. Por supuesto que a veces cometerás errores, pero acepta que cada error forma parte de un aprendizaje, por lo tanto, puedes permitirte equivocarte y no ser perfecta.
- Preguntar a un especialista. En caso de duda sobre algún tema respecto a la crianza y educación de tus hijos, un especialista o un terapeuta te pueden ayudar a clarificar y acompañarte según tus valores y principios de crianza y educación de tus hijos, así como sobre tu proceso como persona, mujer y madre.
- No querer complacer a nadie, si te apetece compartir una imagen sabes que estás expuesta, si decides entonces hacerlo, que las opiniones positivas no te saquen de tu centro, y por supuesto, tampoco las negativas. Ser consciente de que tu vives tu vida, y la crianza de tus hijos como tu, o con tu pareja habéis decidido y que no necesitáis que nadie os apruebe.
- La maternidad puede establecer un vínculo profundo entre los hijos, la madre y el padre, permítelo vivir con todo, con sus momentos difíciles, a veces dolorosos, y también con toda la alegría y todo el amor.