Ello supone multiplicar prácticamente por 4 los recursos humanos destinados al seguimiento de positivos y contactos estrechos.
Dada la evolución de los principales indicadores de la pandemia de SARS-CoV-2, la Conselleria de Salud y Consumo ha considerado oportuno solicitar al ejército -dentro del marco de colaboración entre instituciones- la incorporación de 90 efectivos al dispositivo de rastreo de la Central Covid, que hasta ahora estaba formado por 32 personas.
Ello supone multiplicar prácticamente por 4 los recursos humanos destinados al seguimiento de positivos y contactos estrechos. Parte de los efectivos ya han comenzado su labor.
El número de rastreadores se ha ido adaptando a las necesidades en cada momento. En este sentido, si bien en el mes de marzo había 421 (291 del Servicio de Salud y 130 militares), la bajada de los contagios en los últimos meses permitió reducir el número de modo considerable y destinar los recursos humanos a otras tareas asistenciales.
Sin embargo, el nuevo repunte de casos hace aconsejable reforzar de nuevo el servicio para garantizar el control y poder cortar así las cadenas de transmisión.
Cabe recordar que la Central COVID-19 se puso en servicio en la Unidad Básica de Salud Es Molinar el mes de marzo del año pasado. Debido al refuerzo de los equipos de rastreo que recibió posteriormente, el mes de agosto tuvo que trasladarse a las dependencias actuales, situadas en el polígono de Can Valero (Palma), dada la necesidad de ampliar las instalaciones y de centralizar y reforzar el rastreo.