La patronal insiste en que las nuevas restricciones son fruto de la “incapacidad de decisión y gestión” ante la crisis generada por el COVID
Recuerdan que los establecimientos cumplen a rajatabla las medidas de seguridad e higiene y que no son “el foco de los contagios”
Amenazan con querellarse contra la administración por vulnerar sus derechos
Restauración CAEB, la Asociación Mallorquina de Bares, Cafeterías y Restaurantes ha anunciado que, ante las nuevas restricciones anunciadas por el Govern y que este viernes salen publicadas en el BOIB, “nos plantamos ante la negligencia del Govern que siempre ponen a nuestro sector como objeto de todas las limitaciones cuando el problema no lo hemos causado nosotros”.
Tal y como ha declarado Alfonso Robledo, presidente de la asociación tras la reunión mantenida este viernes 28 de agosto con las conselleries de Model Económic, Turisme i Treball y la de Sanitat del Govern de les Illes Balears, “lo que no puede ser es que nos limiten el aforo al 50% cuando está claro que no somos el foco de los brotes”. Nos sentimos, añade, “atacados constantemente cuando somos los que más cumplimos con las normas de seguridad e higiene, mucho más que en los hogares”.
Tanto es así que, recuerda Robledo, en algunos lugares de Europa la restauración y los establecimientos con terraza, sobre todo, “están siendo la alternativa a las reuniones sociales en las casas ya que hay más seguridad”.
Estas restricciones, explica, “lo único que hacen es favorecer la práctica del botellón en la calle y aumentar las reuniones sociales en el ámbito familiar”. Es del todo contradictorio, añade, “que a nosotros nos estén controlando constantemente y en cambio no hagan nada con la gente que bebe en plena calle”.
Desde la administración, considera la asociación, “no se ha puesto en marcha ni medidas restrictivas eficaces ni una campaña, dirigida a la juventud, con el objetivo de hacerles entender la gravedad de la situación y la responsabilidad social que tienen hacia el resto de la población”.
Esta situación, lamentan desde Restauración CAEB y así se lo han transmitido a las autoridades, demuestra la falta de rigor en la toma de decisiones y en la gestión de una crisis que “les viene muy grande”. Unas medidas con las que el sector está abocado a adelantar el final de la temporada de manera general y a un cierre permanente del más del 30% de los establecimientos de Mallorca. Es “crónica de una muerte anunciada” porque limitar el aforo al 50%, explica la patronal, no se refleja en pagar menos impuestos lo cual, concluye Robledo, dificulta mucho más la viabilidad de los negocios del sector por no hablar de los cientos de familias que ahora se irán a la calle pues deberemos reducir las plantillas en función del aforo.