“Ser socorrista es cuestión de devoción, lo más grande es poder ayudar a la gente. Incluso hay turistas que buscan y preguntan por el socorrista que los cuidó el verano anterior, porque velamos por todos, pero principalmente por las personas mayores, los niños y los discapacitados. Lo importante de este trabajo es devolver a la vida a una persona. Es una chispa que te sale de dentro, no piensas, sólo actúas. Que nadie se equivoque a la hora de elegir esta profesión, porque hay que estar en alerta constante, vigilando el 90 por ciento del tiempo, actuando el otro 10 por ciento. Las necesidades hay que cubrirlas en el momento preciso, no es un trabajo de despacho”, dicen cuatro socorristas.
Son los Vigilantes de la Playa, claro, son los que vigilan las olas, las botellas rotas y las plagas de medusas, son los que izan las banderas de alerta, los que avisan a la policía de descuideros y carteristas, los que te sacan del agua cuando tienes problemas. Son los que devuelven a su toalla a los niños perdidos, los que empujan sillas de ruedas por la pasarela, los que están siempre alerta para actuar de inmediato, los que tienen que controlar muchos, muchos metros de playa y arena. No es como en la tele (aunque sean muy guapos, todo hay que decirlo)… Son hombres y mujeres que viven su profesión, que la enaltecen y que nos hacen sentir más seguros a la hora de disfrutar de un mar que no siempre acoge como debe, que a veces aprieta demasiado aunque sólo sea por amor. Pero hay amores que matan, y profesionales que salvan.
El último pleno municipal del Ayuntamiento de Calvià hizo mención especial (realmente merecida) a cuatro socorristas por las actuaciones que contribuyeron a salvar vidas humanas en las playas y también fuera de ellas. Las propuestas del Teniente de Alcalde de Seguridad, Manuel Grille, fueron aprobadas por mayoría: David Collado, Francisco Delgado, David Riera y Gregorio Rodríguez son, oficialmente, cuatro héroes locales. La Sala se puso en pie para aplaudirles largamente, como merecen.
En la playa de Torà, en Peguera, David Collado curaba una herida bajo la torre de vigilancia. Ondeaba la bandera amarilla por el fuerte oleaje y alguien le avisa de un posible ahogamiento. Collado sacó del agua al hombre y lo asistió hasta que llegó la ambulancia. En menos de dos horas una mujer flotaba bocabajo en el agua. El socorrista hizo lo propio, aunque desgraciadamente falleció. No tardó mucho en volver al agua a buscar a otra bañista imprudente que no respetó las señales, ésta tuvo más suerte. Todo en una sola jornada.
Francisco Delgado estaba cubriendo su turno en la playa de Santa Ponça cuando unos bañistas le avisaron de que una persona se encontraba indispuesta en el mar. Rápidamente se lanzó al agua y la mujer volvió a la orilla en situación de parada cardiorrespiratoria por asfixia debida a la inmersión, pero fue reanimada.
David Riera y Gregorio Rodríguez fueron solicitados para atender a una mujer que había sufrido una parada en el autobús de línea, procedente de Andratx, en la calle Niza de Peguera. Fue el marido, por orden del conductor, quien fue a reclutarlos a la playa. Ambos realizaron el RCP durante treinta y cinco minutos, hasta la llegada de la unidad médica que consiguió su recuperación.
Este grupo de profesionales pertenece a Balear Rescue, una empresa privada contratada por la concesionaria de las playas de Calvià y están coordinados por Protección Civil. El Plan de Emergencias del Ayuntamiento de Calvià cuenta con la inestimable ayuda de una entidad tan necesaria y tan importante como Protección Civil. Manuel Barné es el coordinador de la Delegación local y lleva más de 20 años al servicio de las personas, velando por su seguridad y colaborando de manera altruista con Policía Local, Bomberos y Guardia Civil. También manifestó su admiración por los jóvenes.
Información y fotos:Blanca Garau.
