Navidad y mascotas: riesgos a evitar durante las fiestas

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Hay aproximadamente 29 millones de mascotas en nuestro país y más de la mitad de los hogares españoles convive con una
La Navidad ya está aquí y con ella vienen los adornos del árbol, el Belén, el menú de Nochebuena y Nochevieja, la carta a los Reyes Magos. Toda la familia se prepara para la ocasión y, como parte de la familia que son, también nuestras mascotas tienen que estar listas. Según datos que maneja Nutritienda, hay aproximadamente 29 millones de mascotas en nuestro país y más de la mitad de los hogares españoles convive con una. Un tercio de ellos son perros mientras que 2 de cada 10 son gatos. El resto de los animales de compañía son peces, pájaros, reptiles y pequeños mamíferos, como conejos y hurones.
Esos 29 millones de animales con los que compartimos nuestra vida se merecen disfrutar de estas bonitas fechas con nosotros de forma segura. Y es que la Navidad implica algunos riesgos para ellos que no son fáciles de intuir. Los perros y los gatos, que siempre están con nosotros, se mueven por la casa y curiosean los adornos y la comida, son los que necesitan más atención. Por ello, y para evitar que las fiestas sean peligrosas para nuestros amigos peludos, los expertos de Nutritienda.com han recopilado algunos consejos muy importantes para cuidar su salud en Navidad:
1. Evitar las plantas tóxicas
Hay plantas y olores que son muy peligrosos para los animales, y varios de ellos son típicos de estas fiestas. La flor de Pascua, el muérdago y el eléboro (o rosa de Navidad) son tóxicos para los perros y los gatos. Si ingieren una hoja, pueden sufrir diarrea, vómitos e incluso convulsiones. De hecho, el simple contacto con la flor de Pascua ya irrita la piel de los perros.
2. Anclar bien los adornos
Los peludos son grandes exploradores y les encanta olfatear e investigar todo lo que llegue nuevo a casa. Por ese motivo, es recomendable evitar las cintas o las guirnaldas, ya que pueden tragárselas. Igualmente, es mejor no poner adornos que se rompan con facilidad, como los de cristal. Por ello, lo más recomendable es optar por decoración de plástico duro o madera, que no se rompa si cae al suelo. En cuanto a las luces, hay que anclarlas bien para que ningún cable quede suelto o, si es posible, optar por luces con pilas.
En cuanto al árbol, hay que asegurarse de que está firme y tiene un soporte ancho y estable. Además, se puede reforzar atándolo con una cuerda a la pared, para que no se caiga incluso aunque vuelque el soporte. Asimismo, debe colocarse en una zona por la que el animal no suela pasar (por ejemplo, que no esté en el camino hacia su comedero o su cama), para que no lo golpee sin querer. Por último, hay que tener en cuenta que las luces, las cintas o las guirnaldas con las que decoramos el árbol son fáciles de agarrar para los animales y pueden hacer que se les caiga encima.
3. Mantener la desparasitación al día
La desparasitación debe hacerse de forma periódica durante todo el año, pero es imprescindible llevarla al día en estas fechas, sobre todo para los gatos. Los perros se exponen a los patógenos en cada paseo, pero los gatos caseros solo están expuestos a aquello que los humanos traemos de la calle. En estas fiestas, muchas personas pasan por nuestra casa (familiares, amigos…), lo que aumenta el riesgo de que algún microorganismo dañino entre en nuestro hogar.
4. Cuidado con las velas
Una casa con un perro o un gato siempre corre el riesgo de que algo se caiga o se rompa. Por ello, las velas son una de las decoraciones navideñas más peligrosas. En caso de que queramos disfrutar de la acogedora luz que aportan, es importante colocarlas en una zona de difícil acceso para nuestra mascota y apagarlas siempre que no estemos cerca. Otra buena opción es elegir velas de LED, que imitan muy bien a las auténticas, pero sin fuego.
5. Darles un capricho adaptado a ellos
La Navidad es una época de comilonas y de dulces, pero no para nuestras mascotas. Por ejemplo, el chocolate es muy tóxico para los perros y los gatos; la teobromina presente en el chocolate negro y con leche es venenosa y puede llegar a ser mortal, por lo que hay que tener mucho ojo de no dejar el turrón de chocolate a su alcance.
Es normal que los animales se sientan tentados, como nosotros, por los alimentos de estas fiestas, pero no conviene darles cualquier comida que nos sobre. Es probable que la comida que nosotros tomamos sea demasiado grasa, salada o dulce para ellos, por lo que les puede costar digerirla y acarrearles problemas digestivos, sobre todo si no están acostumbrados a comer algo que no sea pienso.
No obstante, eso no implica que no puedan disfrutar de un capricho navideño. Hay una enorme variedad de golosinas, snacks y juguetes diseñados especialmente para que se lo pasen como niños.
6. Añadir un suplemento digestivo
Al igual que las personas, nuestras mascotas pueden sufrir los excesos de la Navidad. Es habitual darles algunas chuches de más, especialmente en las reuniones familiares (el abuelo le da una golosina cuando nadie mira, los primos le dan un poco de pavo por debajo de la mesa…), y eso les pasa factura. Para ayudarlos, una buena opción es añadir durante las fiestas algún suplemento que favorezca la digestión y proteja el estómago.
7. Preparar un botiquín
Nunca se sabe qué puede pasar. Quizá un pequeño corte, un golpe o una leve quemadura. Siempre debemos tener a mano el teléfono de nuestro veterinario de urgencia, pero, para los incidentes leves, todo lo imprescindible debe estar en un pequeño botiquín. Gasas, vendas, espray cicatrizante, suero fisiológico o tijeras no deben faltar.
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