Después de su descenso a Segunda y la salida de Vicente Moreno, técnico que llevó al equipo del Mallorca desde Segunda B a Primera, ahora Luis García Plaza se hace con las riendas de un conjunto que espera estar de nuevo en la pelea por subir.
A pesar de haber descendido a LaLiga SmartBank, una nueva era ilusionante y con aspiraciones arranca esta temporada en el Real Mallorca. El conjunto bermellón cambia su proyecto de manos y lo deja en las de un Luis García Plaza que aparentemente tiene un trabajo similar al que en su día realizó en el Levante, también en Segunda División, para llevar al equipo de nuevo a la máxima categoría del fútbol nacional.
Vicente Moreno decidió abandonar la nave que había conducido desde hacía tres temporadas, llevándola de Segunda División B a Primera División en solo dos campañas. Allí encima, y a pesar de los malos resultados durante todo el curso, pudo disfrutar de las 38 jornadas desde el banquillo sin ser despedido, aunque parecía claro que su ciclo en Mallorca había terminado una vez se confirmó su descenso.
En manos de Luis García Plaza
En esta situación coge este nuevo proyecto un Luis García que regresa a España después de sus andaduras internacionales por China y Arabia Saudí. Lo hace para encargarse de uno de los equipos históricos del país, un Real Mallorca cuyo sitio está indudablemente en LaLiga Santander.
Ese será el gran objetivo que se plantee al equipo, sobre todo si se hacen caso a unos pronósticos que les sitúan en las apuestas de fútbol hoy entre los candidatos al ascenso. Aunque, como ya se sabe, no siempre los recién ascendidos son capaces de subir solamente un curso después a Primera, una gesta arto complicada por la gran competitividad con la que se encuentran en esa categoría.
Hay argumentos para soñar con un nuevo ascenso
Precisamente por eso, el conjunto balear ha decidido contar con un entrenador que, sin poder hacer muchos fichajes y modificaciones en su plantilla, logró ascender a un Levante cuya aspiración era claramente la permanencia en la temporada 2009-2010, un mérito que intentará repetir esta vez en Mallorca, donde tiene contrato hasta junio del 2022.
Para ello, el técnico madrileño podrá contar con gente experimentada en el club, como son los casos de Manolo Reina, Iddrisu Baba o Lago Júnior, el héroe del ascenso en el 2019, además de otros nombres relevantes como los de Antonio Raíllo, Dani Rodríguez, Aleix Febas o Martin Valjent.
A partir de aquí, y con alguna modificación que otra para suplir ciertas bajas relevantes, el Mallorca vuelve a encomendarse a la suerte del debutante en la competición para, como ocurriera en la última vez que jugó en Segunda, subir de categoría a las primeras de cambio sin necesidad de pasar una larga temporada allí.
Y así es como se inicia un nuevo proyecto, una nueva era en un Mallorca al que coge Luis García, un entrenador que ha demostrado que si se le deja trabajar acaba superando los objetivos del club que le plantean al comienzo de cada curso, lo que ilusiona mucho a los bermellones.