El objetivo de esta acción es monitorizar un total de 3.480 usuarios y 3.030 trabajadores. Esta será la primera fase de una serie de acciones para cuidar a los usuarios de las residencias, un colectivo prioritario para el Govern de les Illes Balears y los consells.
La Conselleria de Salud y Consumo y el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales han puesto en marcha nuevos cribados masivos a más de 6.000 personas para prevenir la propagación de la COVID-19 en las residencias de personas mayores, tal y como han explicado hoy la consellera Patricia Gómez, y el presidente del IMAS, Javier de Juan, quienes han repasado la situación en estos centros y han dado a conocer las medidas conjuntas que se han iniciado, entre las que se halla la habilitación de nuevos espacios para facilitar que puedan cumplirse los aislamientos.
Gómez ha manifestado que los usuarios de las residencias son un colectivo prioritario para el Govern de las Illes Balears y los consells, atendiendo a su vulnerabilidad. Por ello, se ha realizado un gran esfuerzo para tomar medidas de forma coordinada entre instituciones para detectar y aislar nuevos casos lo antes posible y de forma preventiva; para ofrecer la adecuada atención a cada usuario conforme a sus necesidades especificas derivadas de su estado de salud, y para establecer protocolos de actuación claros para ayudar a todos los centros a afrontar esta situación tan complicada.
Por su parte, De Juan ha detallado que el IMAS trabaja en dos líneas básicas. La primera es la de cribados masivos a todas las residencias de personas mayores de Mallorca, tanto públicas como concertadas y privadas. De este modo, ya se ha empezado a realizar pruebas a todos los residentes y trabajadores de dichos centros. Este servicio, que está previsto que se amplíe a los usuarios de la red de inclusión y la red de atención a personas con discapacidad, permitirá en esta primera fase monitorizar a un total de 3.480 usuarios y 3.030 trabajadores. A la vez que se realizan estas pruebas se desarrolla un plan de formación del personal propio y de residencias para insistir en el cumplimiento de las medidas de autoprotección para evitar contagios. La segunda línea de trabajo consiste en asegurar el aislamiento de los residentes asintomáticos que hayan dado positivo en COVID-19, tal y como marca el Plan de Actuación acordado entre los ministerios de Sanidad y de Derechos Sociales.
Con el objetivo de evitar que pacientes positivos convivan con personas que no tienen el virus, se llevará a cabo una reorganización de los espacios. Desde el IMAS se ha negociado con un grupo privado habilitar dos espacios: uno para positivos asintomáticos (tanto de centros públicos como de centros privados) y otro para usuarios negativos en el caso de que sea preciso que dejen su residencia. Por otro lado, se está trabajando para habilitar una residencia para usuarios positivos. Se trata de un nuevo centro residencial que consta de 156 plazas, que se destinarán a usuarios positivos asintomáticos. Asimismo, la Conselleria de Salud y Consumo pone también a disposición de la red 30 plazas en Verge de la Salut para atender a aquellos usuarios afectados por COVID-19 que sí necesiten tratamiento hospitalario.
En cuanto a las personas en riesgo de exclusión social, se está trabajando también para habilitar un hotel en el Arenal con 160 plazas para atender a los positivos asintomáticos y poder aislarlos del resto de usuarios de la red de inclusión o para aquellas personas que no pueden llevar a cabo el aislamiento en su domicilio.
Durante su intervención, De Juan ha querido destacar la tarea conjunta con el Govern de les Illes Balears y los ayuntamientos de Mallorca desde el inicio de la pandemia. Las iniciativas presentadas hoy día 8 de septiembre continúan con lo que se ha venido realizando en el IMAS desde el mes de marzo y confirman esta colaboración interinstitucional en la lucha contra la enfermedad. Asimismo, desde el IMAS se ha colaborado con las residencias privadas interviniendo en aquellos casos que se ha considerado preciso.
Datos Covid-19
En la actualidad, el Servicio de Salud atiende a 6.950 personas por contagio de SARS-CoV-2, de las que 410 reciben atención hospitalaria (59 en UCI) y 6.540 en primaria. Entre estos casos se incluye a personas con la infección superada.
En Mallorca hay 338 personas hospitalizadas (51 pacientes en unidades de cuidados intensivos). Además, 5.696 personas están en su domicilio, donde reciben atención por parte del servicio de atención primaria.
En Menorca hay 8 personas ingresadas en el Hospital Mateu Orfila (3 en UCI) y 153 están en su domicilio atendidas por parte de primaria.
En Eivissa son 64 las personas hospitalizadas (5 en UCI). Además, en las Pitiusas hay 691 pacientes positivos seguidos por los equipos de atención primaria: 648 en Eivissa y 43 en Formentera.
En cuanto a los profesionales sanitarios, hay 332 en vigilancia (264 en Mallorca, 14 en Menorca y 54 en las Pitiusas) y 162 con el contagio activo (144 en Mallorca, ninguna en Menorca y 18 en las Pitiusas). En total, se han notificado 529 casos entre el personal sanitario desde que empezó la pandemia.
Los laboratorios de los hospitales públicos de la comunidad han realizado 279.415 pruebas diagnósticas. En total son 221.475 PCR, 10.783 test rápidos de anticuerpos y 47.157 serologías.
Respecto a la situación en las residencias de personas mayores, en estos momentos hay 170 usuarios positivos activos (85 hospitalizados): 59 en la residencia Sèniors Sant Joan, 16 en Verge de l’Esperança, 10 en Sèniors Montuïri, 1 en Oasis, 1 en HHTT Arcadias, 1 en Bell Entorn, 27 en Cala Estància, 24 en Domusvi Capdepera, 14 en Llar d’Ancians Palma (a pesar de que procedían de Llar d’Ancians Calvià) y 17 en Sa Serra. Asimismo, la residencia Sèniors Sant Joan, así como la Sèniors Montuïri, han comunicado la defunción de uno de sus usuarios con COVID-19. En total, desde que se inició la pandemia, 103 personas de centros residenciales para personas mayores han fallecido.