Joana Castell: «Lo triste es que ahora se recuerde Magaluf más por el ‘balconing’ que por los paisajes»

Comparte esta noticia

Este sábado llega a las Casas de Galatzó ‘Guaret’, montaje ganador del premi Ciutat de Palma de Teatro. La obra se interpretará a las 21:00 horas.

Joana Castell (1972, Palma) es antropóloga y dramaturga. Estudió cine en la EICTV, la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, en Cuba, y el master de documental de creación en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Ha trabajado en cuestiones de dirección, sobre todo en piezas cortas. En el último tiempo actúa con Concha Vidal y José Martret, sobre todo en performances. Es la autora de ‘Guaret’, obra ganadora del premi Ciutat de Palma de Teatro producida por el Colectivo Banana – Ros, y actúa en ella.

La obra, que está pensada para teatro y espacios no teatrales, tuvo su estreno en Ca Sa Mestre Majora, con el apoyo de familia de Damià Huguet y del  Ajuntament de Campos, que sitúa como los principales apoyos. Además, el montaje ha pasado por la Fira B!, en el Teatre Mar y Terra de Palma, elo Teatre Principal durante 3 días adaptado a sala grande, por Santa Eugènia y por Deià. Este sábado llega las casas de Galatzó, en la finca homónima, Calvià, a las 21:00 horas. Posteriormente la obra viajará a Bunyola, Marratxì, y Binissalem, entre otros destinos

1. ¿Cómo ha sido el proceso de escribir esta obra?

Me llamó Pedro Mas, que es amigo, y me explicó que quería hacer un homenaje a su padre con poesía de Damià Huguet. A la vez quería hablar de ciencia, de un viaje a Australia, de la sobresaturación turística… Al principio nos veíamos en un bar de Palma, y había muchos temas diversos, pero no encontrábamos un hilo conductor que atravesara toda la obra, así que tuvimos que buscarlo. A mi me gusta mucho el mundo del cine, y me gusta trabajar con la realidad y con la biografía de actor. Así que en estos encuentros, a Pedro Mas hacía preguntas sobre su vida, su padre… A base de estar viéndonos una vez a la semana durante más de un año fuimos encontrando el nexo de conexión, que era la identidad, quien es uno mismo respecto a quien tu padre te ha inculcado que seas. En toda vida al principio hay un alejamiento del padre y luego, cuando creces un acercamiento, a veces cuando ya no está.

Me gusta decir que la obra es un trabajo de creación conjunta, porque cuando se sumó el director, José Martret, empezó a aportar su visión, y explicó que quería que yo estuviera. En escena hago de mi misma, con toques de improvisación, algo que le da un aire de frescura. Al final es como una especie de trabajo de relación de conceptos, pero siempre encuentras un mensaje. Yo lo llamo ensayo teatral.

2. La obra ganó el premio Ciutat de Palma de Teatro, ¿ayuda este prestigioso galardón a la acogida?

A la hora de que una obra se represente y que no se quede muerta a las pocas funciones, es necesario que los programadores apuesten por ella, y a veces tienen un perfil muy conservador, que significa que muchas veces apuesten por obras familiares. Si programan una obra familiar suelen atraer a padres con niños, porque el teatro siempre es una buena opción, y si viene alguien de fuera se aseguran que funciona. A veces, a los programadores les falta atrevimiento.

En este sentido, que te den el premi Ciutat de Palma es una garantía de calidad. Nos han premiado por un lenguaje nuevo, es una apuesta. Leer que es una obra basada en la poesía de Damià Huguet a veces asusta, pero luego cuando el público ve la obra ven que el poema está muy bien insertado, porque estamos dialogando con la poesía pero también con la realidad. Es una propuesta muy cercana al público, te hace participar de una manera más sensorial al estar cerca. El público responde super bien, no hemos visto a nadie que no le guste la propuesta, porque es un tipo de teatro más actual. Y después el boca a boca funciona muy bien. Necesitamos una apuesta por parte de los programadores, que confíen en que está bien. El trabajo que tienen que hacer los programadores es fidelizar un público a su teatro.

3. ¿Qué supone llevarla a un espacio tan único como es la Finca Galatzó?

El espacio forma parte de la obra, que es algo que pasa cuando representas en un espacio tan marcado y con un peso estético tan fuerte. Seguro que no será igual que en el Teatre Principal, será una función única e irrepetible. El entorno en sí es una experiencia, no es sentarte en una butaca. El actor en una obra como esta, con pequeña parte de improvisación, se dejas permeabilizar por el entorno, así que seguro que ese ambiente nos influye, nos ayuda emocionalmente.

4. La obra se define como «una reflexión sobre la identidad colectiva y la mallorquinidad». ¿Siguen vigentes los poemas de Damià Huguet en una Mallorca como la actual?

Yo creo que sí, que siempre siguen vigentes. Damià Huguet también tiene prosa, hizo una serie de artículos de la Mallorca que el conoció y que ya no está, por eso dialoga bien con la Mallorca actual. Y aunque no ha la de la misma isla que yo conozco, hay cosas que me resuenan, como si en los genes se hubiera marcado ese legado. Todos buscamos una tranquilidad, una Mallorca idílica, y el pasado está bien que quede reflejado porque ayuda a reflexionar, a pensar en cómo no perder lo genuino y lo que está desapareciendo. Hace referencia a un pasado que está tapado y que merece la pena destaparlo.

5. Calvià es un núcleo eminentemente turístico, con una gran población extranjera y peninsular, pero sin embargo también guarda muchas tradiciones. ¿Cree que obras culturales como esta ayudan a resignificar y recordar la mallorquinidad?

Sí, te ayuda a conectar con las raíces. Que están allí, porque no hace tanto tiempo de esto. Lo triste es que ahora se recuerde a Magaluf más por balconing que por los paisajes. Así que yo creo que a los calvianers, como habitantes de un lugar turístico como este municipio que viven en una Mallorca diferente a la que Damià Huguet recuerda, esta obra les puede ayudar a poner en valor lo que queda de eso valorarlo y cuidarlo. Las obras que invitan a la reflexión critica están bien, y el arte debe tener una mirada reflexiva, tiene que ayudar a la gente a pensar.

6. ¿Para quién recomienda la obra?

Está pensada para un público adulto, pero puede venir cualquier persona que sienta curiosidad por el tema. Tocamos tantos aspectos diferentes que si te llama la atención el teatro documental, la obra te llamará la atención. Ha venido gente de 20 años y de 70, y se han sentidos identificados. Salen todos con alguna reflexión, todos tenemos un padre, a todos el tema del turismo nos ha tocado…. Hay empatía en un espectro bastante amplio

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opina y comenta siempre desde el respeto. Sin insultos, ofensas, descalificaciones personales y/o injurias. Diariodecalvia.com se reserva el derecho a no publicar comentarios inapropiados, contrarios a las leyes o lesivos.

Noticias relacionadas