A la llegada del Equipo de Rescate de Palma Aquarium el escualo se encontraba inmóvil, a unos 15 mts de la orilla y a una profundidad de medio metro de agua. Cuando los técnicos se acercaron pudieron comprobar que el animal no reaccionaba de ninguna manera y que su estado de salud era muy grave e irreversible.
En la tarde de ayer los técnicos del Equipo de Rescate de Fauna Marina de Palma Aquarium recibían una llamada de alerta por la presencia de un ejemplar macho de Tintorera (Prionace glauca), de casi 3 mts de longitud, nadando a orillas de la playa de Cala Domingos en el municipio de Manacor (ver video abajo).
Al parecer, el animal nadaba sin ningún problema y se paseaba por la cala. Este comportamiento, con presencia tan cerca de la orilla, puede ser normal por la búsqueda de alimento, persecución de presas, etc. Al cabo de unos minutos se recibió una nueva llamada, indicando que el animal había varado en la orilla, retorciéndose. En ese momento algunos bañistas lo volvieron a introducir en el agua. Mientras el equipo técnico se dirigía a la zona, el animal volvió a la orilla en varias ocasiones, incluso llegó a chocar contra las rocas, lo que indicaría su mal estado de salud.
A la llegada del Equipo de Rescate de Palma Aquarium el escualo se encontraba inmóvil, a unos 15 mts de la orilla y a una profundidad de medio metro de agua. Cuando los técnicos se acercaron pudieron comprobar que el animal no reaccionaba de ninguna manera y que su estado de salud era muy grave e irreversible.
Dada la gravedad de la situación, y el estado del tiburón, el equipo veterinario de Palma Aquarium decidió remolcarlo hasta la orilla y administrarle un sedante eutanásico, a fin de evitarle que siga sufriendo en un estado en el que no iba a poder sobrevivir.
Ya en instalaciones de Palma Aquarium, al ejemplar se le ha practicado la necropsia a fin de intentar determinar la causa del varamiento, con su consiguiente fallecimiento. En la misma se ha podido observar que presentaba anorexia prolongada, indicando que llevaba varios días sin ingerir alimento. Además, tenía clavado un aguijón en el hocico, que podría ser de una raya violácea. Esto podría haberle causado la desorientación y anorexia, haciendo que llegara a la orilla en un estado de estrés y shock muy elevado.
Cabe destacar que la parte más importante del sistema nervioso de los tiburones se encuentra en el hocico, muy cerca del lugar donde se encontraba clavado el aguijón, con una profundidad de unos 10-15 cm. Presuntamente, el pinchazo afectó y le hizo fallar su sistema nervioso, causándole daños irreversibles, la desorientación y el posterior varamiento.