El avance inicial del nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) se pelea con proyectos anteriores de 465.000 metros cuadrados de suelo rústico recalificado a Servicios que planteaba el PP, la densidad de viviendas por hectárea, una consulta popular y la guerra de las 800 viviendas.
“Parece que han aterrizado en paracaídas, señores del Partido Popular”, decía el alcalde, Alfonso Rodríguez Badal. Así que el Pleno del Ayuntamiento decide tocar techo con las 220 construcciones de VPO. Y llega la guerra de las consultas populares. “Sin referéndum, porque los vecinos no quieren votar en contra de su calidad de vida”, reiteran desde el equipo de gobierno. Por tanto, no habrá votaciones en la Urbanización Galatzó para que los vecinos decidan a favor o en contra de la construcción de un EcoBarrio, según el Avance del PGOU.
“Si votan desde Galatzó, que se vote también en todos los núcleos, que se les pregunte por carreteras y urbanizaciones, por la apertura de centros comerciales y por la ampliación de los polígonos industriales”, se comentaba desde las portavocías.
Entre acusaciones de ‘demagogia’ del fondo norte y promesas de ‘modular cifras’ de fondo sur, el Pleno se iba extendiendo para compaginar la tradición con la modernidad. Ahora, quedamos a la espera de que la comisión de seguimiento del Galatzó justiprecie la propuesta.
Una información de Blanca Garau