Una mujer residente en Calvià, que prefiere no ser identificada, contactó con este diario para explicar su experiencia en el aeropuerto el pasado mes de julio
Las medidas de seguridad del aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma, no son suficientes para algunos pasajeros. El aeropuerto de Palma, que sólo en los primeros 15 días de julio superó la cifra del medio millón de pasajeros, no pone todas las medidas de seguridad necesarias para algunos pasajeros. Una mujer residente en Calvià, que prefiere no ser identificada, contactó con este diario para explicar su experiencia en el aeropuerto en un viaje a Barcelona el pasado mes de julio.
Elena Fernández (nombre ficticio) explica que «Se supone que el acceso a la terminal solo es para pasajeros, pero yo entré y no había nadie que lo revisase. Conozco a varias personas que han tomado vuelos después que yo y algunas han tenido control y otras no». Además, esta mujer denuncia que «a pesar de que había geles hidroalcóholicos al pasar el control de seguridad, no hay nadie controlando la obligatoriedad de su uso, y por supuesto no hay toma de temperatura».
La mujer denuncia también que en el Duty Free todo se puede coger y tocar. «No hay testers de perfumes a disposición pero todo lo demás está igual que antes». Una trabajadora del Duty Free del aeropuerto de Palma explica que el protocolo es «muy light», y confirma que las medidas de seguridad no se respetan por parte de muchos viajeros. «Siempre tenemos que estar diciendo a los pasajeros que tienen que respetar las reglas, que se pongan la mascarilla…» Sin embargo, comenta que «como trabajadores, siempre tenemos que mantener la distancia de 2 metros al atender al cliente. En el caso de que un cliente quiera probar un perfume, se echa en un cartón de prueba, nunca en la piel, y para no tener contacto directo no le ofrecemos el cartón directamente, sino que se lo damos en una góndola». Al acabar con el tester, que está guardado en un cajón, los trabajadores del Duty Free pulverizan el perfume con un alcohol para higienizarlo. A lo largo de toda la tienda hay gel hidroalcólico y bolsas como guantes, mamparas, y cada vez que pasa cliente se debe limpiar todo, y luego deben ponerse gel en manos.
Recorrido hasta el avión
Una de las cosas que más llamó la atención a la calvianera que denuncia esta situación es que «las puertas D están cerradas, y esto hace que haya más aglomeraciones. Es verdad que separan a la gente que llega a Palma y a la gente que sale de Palma, pero muchas personas, sobre todo los turistas extranjeros, van con la mascarilla en la mano o en la barbilla, caminando por la pasarela automática sin respetar la distancia. Parece un verano normal para ellos», asegura Elena Fernández.
Durante el trayecto hacia la puerta, esta mujer explica que «ahí todavía podemos mantener medianamente las distancias de seguridad, ya que si viene alguien sin mascarilla te apartas y ya está, pero intenté tomar un zumo en una cafetería y era todo self-service, el bote de gel para entrar estaba vacío, en la cola no se respetaba la distancia de seguridad, la gente cogía y dejaba las cosas en sus estantes…era un caos. Los únicos que estaban protegidos eran los trabajadores». Además, explica que en los baños sigue habiendo el aparato de la valoración de la limpieza, que se ve manchado por dedos, sin un bote de gel al lado.
Durante la espera en la puerta de embarque, la mujer asegura que «muchas de las personas están comiendo en las sillas sin mascarilla«, y que a la hora de empezar el embarque «la gente se levanta para que no le facturen su maleta y no se respeta la distancia de seguridad». Además, denuncia que «unifican muchos aviones que van vacíos en uno solo, con lo que al final estás en filas llenas de gente».
La mujer está preocupada ya que comenta que muchos de los turistas que no están respetando las medidas de seguridad seguramente irán a Calvià a pasar sus vacaciones. «En Mallorca lo estamos haciendo bien, no quiero que nos vuelvan a confinar por la irresponsabilidad de alguno». Esta calvianera agradece al aeropuerto «las medidas que hay», pero asegura que «falta gente para hacer cumplir las normas»
Aena
Desde Aena explican que en sus aeropuertos se han implementado una batería de medidas para que se vuelva a volar con todas las garantías de seguridad. En este sentido, se han instalado carteles informativos situados en diferentes puntos de las instalaciones aeroportuarias (mostradores de facturación, filtros de seguridad, ascensores, puntos de información, pasarelas de acceso a las aeronaves, puertas de embarque, aseos, etc). También se han colocado dispensadores de gel hidroalcohólico, marcas y huellas de distanciamiento, mensajes en las pantallas digitales, así como mamparas protectoras.
Además, a través de la megafonía de los aeropuertos se emiten mensajes cada cinco minutos para informar a los pasajeros de la necesidad de llevar puesta la mascarilla en todo momento o de mantener la distancia personal en las diferentes dependencias aeroportuarias, y Aena ha puesto en marcha una web pública en la que el pasajero podrá informarse de todo lo que necesita saber para volar, desde que llega al aeropuerto de origen hasta que sale del aeropuerto de destino: www.infocovidaena.es
En cuanto al control de accesos en el aeropuerto, aseguran que sí se ha limitado la entrada a los pasajeros con billete de avión (y acompañantes que deban acompañar a pasajeros menores o con alguna discapacidad) y a trabajadores, para que dentro de la terminal estén únicamente las personas que sea necesario. El equipo de seguridad del aeropuerto, con el apoyo de FFCCSSEE se encargan del cumplimiento de esta medida. En general, el personal del aeropuerto junto con las FFCCSSEE velan por que estas medidas se cumplan dentro de la infraestructura.
Con respecto a los locales de restauración, explican que hay productos envasados que pueden coger directamente los pasajeros (tal y como ocurre en cualquier tienda o supermercado) y otros que los sirven los empleados del local.
