Un empate que deja al conjunto calvianer una temporada más en la 2ªB futsal.
Ni en el mejor de los guiones de Alfred Hitchcock se podría esperar tanto suspense y tanto dramatismo como el que se vivió la tarde del sábado en el Pavelló Galatzó. A falta de 40 segundos para la finalización HIDROBAL VISIT CALVIÀ iba ganando 3-2 y era una temporada más equipo de 2B. En contra de sus intereses Escola Pia asaltaba el feudo de Mataró mientras que Picassent ganaba 2-1 a Penya Esplugues, todos ellos inmersos en la lucha para evitar el descenso a 3ª división. Sólo les valía la victoria, el perdedor se despedía de la 2ªB.
Mientras en Galatzó y jugando de cinco el equipo visitante llegaría el empate a tres. A penas había tiempo para la reacción. Una oportunidad del conjunto calvianer para desequilibrar el marcador pero todo fue en vano. El empate mandaba a los hombres de Juanpe Ortega al pozo de la 3ª división. Las lágrimas y el desánimo se apoderaron de todos y cada uno de los miembros de la plantilla. Pasados unos minutos y gracias a la redes sociales, saltaba la noticia.
En Picassent el partido había terminado pero con un empate a cuatro que condenaba a ambos equipos al descenso. Las lágrimas rápidamente se convirtieron en cánticos, celebración y euforia.
Una temporada más HIDROBAL VISIT CALVIÀ seguiría en la tercera categoría del futsal nacional. Si alguno había puesto en duda la honorabilidad deportiva del conjunto ibicenco, se equivocaba. Los visitantes llegaron al Pavelló Galatzó habiendo desenterrado el hacha de guerra. Había que saldar deudas pendientes y ayer era el mejor día. Buscaron una victoria que no modificaba su hoja de ruta pero que podría herir de manera letal el futuro deportivo del cuadro mallorquín. Justo el empate a tres ante U.D. Ibiza Gasifred At. que ha demostrado el por qué de su poderío en esta competición. Un gran bloque con buenas individualidades que a partir de ahora luchará para hacerse con una de las tres plazas de ascenso a la 2ª nacional futsal.