Cinco años del atentado de Calvià, el último con víctimas mortales de ETA

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El 30 de julio de 2009 la banda terrorista ETA marcaba Mallorca con su sello de sangre. Hoy se cumplen cinco años desde ese trágico día en el que una bomba lapa adosada a su vehículo de los guardiaciviles Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada explotaba acabando con sus vidas en Palmanova.

El estruendo acabó con lo que hasta ese momento era un día más de playa, relax y ocio en la costa de Calvià. La tragedia movilizó a todos los efectivos de los cuerpos de seguridad y rápidamente las sirenas llenaron las calles al tiempo que tanto el aeropuerto como los puertos se cerraban para intentar impedir que los asesinos dejasen la isla. Cerca del lugar del asesinato, poco después, se descubría un segundo coche bomba, que los artificieros del

Grupo de Especialista en Desactivación de Explosivos (GEDEX) hicieron estallar; se trataba de un Nissan

Patrol, aparcado junto al viejo cuartel de la Guardia Civil desde hacía un mes.

Han pasado ya cinco años de aquel día, que permanece muy presente en la memoria de los vecinos de la zona. Las muertes de Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada son las últimas que sumó la banda terrorista, que hace tres años anunció el cese de la violencia armada.

[colored_box color=»eg. red»] Diego Salvà Lezaun

Tenía 27 años, había nacido en Pamplona aunque llevaba toda su vida viviendo en Mallorca. Recientemente había superado un coma, provocado por un grave accidente de circulación, y se mostraba enormemente ilusionado con el futuro que tenía por delante. Una de sus grandes aficiones eran las motos.

Había ingresado en la Guardia Civil el 25 de agosto de 2008.

Carlos Sáenz de Tejada

Tenía 28 años y había nacido en Burgos. Había llegado a Mallorca en  julio de 2008. Antes que guardia civil había sido soldado profesional.[/colored_box]

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