El turismo arqueológico es el nuevo sector que se quiere atraer a las Islas. Calvià será destino clave para este tipo de visitantes gracias al Plan piloto de implementación por parte del Govern de una ruta dentro del proyecto europeo CERTESS, un plan que sienta las bases para el desarrollo de una ruta de turismo arqueológico que une diferentes yacimientos de las islas.
El consejero de Turismo y Deportes, Jaime Martínez, en calidad de presidente de la Agencia de Turismo de Baleares (ATB), ha firmado hoy acuerdos de colaboración con la conselleria de Educación y Cultura y los municipios de Calvià y Manacor para la elaboración del plan. Por parte del consistorio de Calvià ha estado presente la teniente de alcalde de Turismo de Calvià, Mª Eugenia Frau.
Según los acuerdos participa con el yacimiento arqueológico Puig de sa Morisca, un tesoro compuesto por 35 hectáreas de extensión de una excepcional riqueza arqueológica y paisajística. Dentro del parque se sitúan 16 de los yacimientos arqueológicos más importantes del término de Calvià, siendo algunos de ellos (por ejemplo, Puig de sa Morisca, el Turó de les Abelles, la naveta Alemany, Sa Mesquida o el Túmulo de Son Ferrer) referentes dentro de la prehistoria de Baleares.
Además de contar con este rico patrimonio arqueológico, el parque incluye también una buena representación del patrimonio etnográfico que caracteriza a la cultura popular mallorquina, con nueve conjuntos formados por barracas de roters, sitges de carboners y eras, entre otros.
El Puig de Sa Morisca es el yacimiento central del territorio, el núcleo principal de ocupación en esta zona durante la prehistoria y auténtico eje vertebrador del parque arqueológico. La configuración geográfica del asentamiento facilitó que éste estuviera estrechamente ligado al mar y al control de la bahía de Santa Ponça y el puerto natural de Sa Caleta.
La ubicación del Puig de Sa Morisca como puerto más cercano a la isla de Ibiza, situándose a sólo 700 estadios (115 km) de la colonia púnica de Ebusus -precisamente la distancia que podía recorrerse en la antigüedad en una jornada de viaje por mar– probablemente promovió que este asentamiento adquiriese una gran relevancia como lugar de contacto cultural y de entrada de productos procedentes del mediterráneo occidental durante la Edad del Hierro.