El verano está a la vuelta de la esquina y con él las altas temperaturas, que allanan el terreno a los incendios. Anticipándose a lo que pueda pasar y para evitar males mayores, el Ayuntamiento de Calvià ha iniciado los trabajos para habilitar cortafuegos en varios puntos del municipio. Estas actuaciones se centran en espacios verdes públicos próximos a viviendas y estarán ubicadas en la zona del merendero de Son Ferrer y en las calles Espiga y Llorre del núcleo de Peguera.
La instalación de estos cortafuegos llegan tras varios reuniones con comunidades de vecinos y su preocupación por la proximidad de sus viviendas con zonas verdes municipales. El consistorio trasladó esas inquietudes al Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat) en busca de asesoramiento para crear las zonas de prevención.
Según los técnicos del Govern los cortafuegos deberán incluir una franja de entre 20 y 30 metros de anchura y deberán podarse los árboles de forma que haya una separación adecuada (tres metros aproximadamente) entre sus copas.
Las primeras actuaciones se van a llevar a cabo en la zona del merendero de Son Ferrer, con una superficie aproximada de 4.370m2, y donde ya se realizó una limpieza de arbustos el pasado año. Dos cortafuegos se ubicarán en Peguera; uno de ellos en la zona verde en la calle Espiga, que cuenta con una superficie de 6.640m2, y en la calle Llorer donde en la actualidad existe una zona verde aproximada de 4.074 m2.
Desde el Ayuntamiento no se descarta que en las próximas semanas se lleven a cabo estas tareas en otros puntos del municipio.
