La jefa del Departamento de Cultura del Ajuntament de Calvià se alegra de la gran acogida que están teniendo los Vespres Culturals
Jasmina Petrovic y la Banda Polonski actuarán el sábado 11 de julio en Can Verger a las 20.30 horas. El espectáculo es gratuito pero requiere reserva previa, pues el aforo es limitado debido a las medidas de seguridad para hacer frente al coronavirus. Catalina Caldentey, jefa del Departamento de Cultura del Ajuntament de Calvià, asegura que la respuesta por parte del público ha sido buenísima ya que, hasta el momento, todos los eventos de los Vespres Culturals se han llenado. Para el próximo mes de agosto tienen programadas otras tres actividades: un microteatro, rondalles y un concierto con tres tenores y un pianista.
Asimismo, Caldentey señala que el programa de los Vespres Culturals se basa en la variedad, la calidad y la profesionalidad tanto en el sector del teatro como en de la música. De hecho, uno de los músicos de la Banda Polonski, Josep Oliver, agradece al Departamento de Cultura del Ajuntament que reme a contracorriente para mantener este tipo de oferta cultural. En el espectáculo de mañana, además de la Banda Polonski, también cantará la soprano croata Jasmina Petrovic y, conjuntamente, interpretarán un repertorio que profundiza en la tradición judía europea.
Tanto Catalina Caldentey como Josep Oliver tienen buenas expectativas en torno al concierto y esperan que el público disfrute lo máximo posible a pesar de que el ambiente sea un tanto diferente al de los años anteriores.
Catalina, explícanos la propuesta que hacéis desde el Ajuntament de Calvià “Vespres Culturals 2020”. ¿Cómo nació, en qué consiste y cuáles los objetivos que perseguís con ella?
Los Vespres Culturals son un proyecto que nació hace más de 10 años. La idea era continuar en verano la programación cultural que se hace a lo largo del año en los espacios escénicos de la sociedad, de la sala Palmanova y de Peguera. Continuarla pero fuera, por ello, a lo largo de estos 11 años hemos ido buscando distintos escenarios para llevarlo a cabo: la finca Galatzó, Can Verger, Cas Català, Son Ferrer, sa Creu de Santa Ponsa, el mirador de las Islas Malgrats… lo cual nos permite diversificar la oferta y elegir espectáculos que sean adecuados para hacer en exteriores, aunque siempre con algunas excepciones en las cuales por cuestiones técnicas y escenográficas no es posible hacerlas en sitios abiertos.
¿Cómo está acogiendo la gente estas noches culturales? ¿Estáis recibiendo un buen feedback o la demanda no es la esperada a causa del coronavirus?
El del sábado ya es el tercer espectáculo que se celebra dentro del programa de este año y, por suerte, la gente lo está acogiendo muy bien. Es más, me ha sorprendido mucho la gran concienciación que tienen los ciudadanos después del confinamiento. Aunque el ambiente sea un poco más frío, todo el mundo viene preparado y respeta la entrada, la salida, las distancias, se adapta a cualquier cosa, hace las reservas pertinentes… En definitiva, la respuesta ha sido buenísima. Hasta ahora hemos llenado todos los eventos y, de hecho, para mañana ya no quedan entradas.
Y por lo que a las medidas de seguridad respecta, dices que los ciudadanos las han acogido bien pero ¿qué tal os ha ido en el Ajuntament? ¿Cómo lo habéis planteado?
Las medidas son prácticamente las mismas dentro que fuera. Por una parte, no hacemos folletos informativos, solo los repartimos en formato digital en las redes sociales de cultura. Por otro lado, se tiene reservar obligatoriamente si se quiere asistir a los eventos, para controlar así las personas que vienen con un listado y evitar el intercambio de entrada. Cuando los asistentes llegan, ya se les indica el sitio que tienen asignado y se sientan directamente. Es más, previamente ya se les ha preguntado si conviven juntos para saber si poner las sillas juntas o separadas. Asimismo, también ponemos a disposición de toda la gente que viene mascarillas y gel hidroalcohólico, mantenemos el metro de distancia tanto para los artistas como para el público y contamos con personas de limpieza que están en marcha hasta el final de la representación.
La propuesta de este sábado es muy interesante y diferente. ¿Por qué han escogido a la croata Jasmina Petrovic?
Solemos elegir propuestas originales, por lo que tratamos de evitar que sean todas iguales. El pasado mes de junio tuvimos a la Orquestra Simfònica y el próximo día
22 de julio tenemos un proyecto de tres tenores y un pianista. Pensamos que la combinación de estos tres conciertos de música tan diversa, en el que incluimos el de Jasmina, es buena. De hecho, conocemos a la Banda Polonski actuando sola y podemos dar fe de la profesionalidad que tienen. Es más, uno de los componentes de la banda, Josep Oliver, nos ayudó a tomar la decisión. En general el programa se basa en la variedad, la calidad y la profesionalidad tanto en teatro como en música.
Josep, ahora que te menciona Catalina, es tu turno. El repertorio de la actuación del sábado en Calvià profundizará en la tradición judía, ¿por qué os habéis decantado por esta temática tan peculiar?
En 2016 Miguel Bestard, Chema Bestard y Antonio Lara fundaron el proyecto de teatro musical Los Rabinovich, donde interpretan a tres hermanos de una familia judía, combinando música y teatro humorístico corporal. Más adelante, en el 2018, decidieron ofrecer un formato de concierto que se diferenciara del proyecto teatral, para el cual me añadieron a mí con la tuba. A partir de ese momento nació la Banda Polonski, con la que hemos hecho actuaciones desde entonces.
Decís que invitáis al público a cantar y a bailar pero también a reír y a llorar. ¿Es la primera vez que hacéis este espectáculo? ¿Qué sensaciones y expectativas tenéis al respecto?
En julio de 2018 ofrecimos el mismo espectáculo en el Festival Cançons de la Mediterrània con el nombre de Jasmina Petrovic & Klezmer Muzikanten. Fue una noche mágica en Ses Voltes, donde el público se volcó y respondió muy bien. Para este sábado esperamos un público con muchas ganas de disfrutar y evadirse durante un rato de la realidad por la que estamos pasando, en un sitio no menos mágico que en la primera ocasión, como es Can Verger.
Vuestra banda está conformada por cuatro músicos pero contaréis con la colaboración de la cantante croata Jasmina Petrovic. ¿Cómo habéis ensayado para este concierto? ¿Ha sido diferente o complicado el proceso de preparación teniendo en cuenta la distancia?
Jasmina había coincidido en proyectos del mismo estilo con Miguel, durante sus residencias en Madrid. Al desplazarse a Mallorca en 2018, iniciamos el proyecto, pero se quedó congelado. Ahora lo hemos retomado para recuperarlo y poder presentarlo en otras ocasiones. En cuanto a los ensayos, hemos hecho sesiones intensivas durante esta semana para pulirlo y adaptarlo a la ocasión.
Nos gustaría saber tu opinión acerca de la situación actual del mundo del arte… ¿Qué visión de futuro tienes en torno al mundo post coronavirus?
Generalmente, el mundo de la cultura es el que se suele ver más perjudicado en tiempos de crisis. La visión de las instituciones es que no genera beneficios y es el primer sector en recibir recortes. Una opinión tan lejos de la realidad, como que los beneficios de la cultura tienen como resultado una sociedad crítica y libre de pensamiento, capaz de valorar y exigir con criterios de calidad. Pues la riqueza no se mide en monedas. En este caso, hay que asumir la situación y adaptarse reinventando la escena y la industria. También se agradecen las instituciones que reman a contracorriente para mantener la oferta, como es en este caso el departamento de cultura del Ajuntament de Calvià.