El equipo de Diario de Calvià tuvo la oportunidad de acudir a una función de la primera semana
Atrevido, irreverente, sensual. Así es Bacanal, el nuevo espectáculo de Circo de los Horrores que permanecerá en Palma hasta el 14 de agosto. Lucifer vuelve a Palma como maestro de ceremonias para ofrecer un espectáculo en el que la lujuria, el libertinaje y las pasiones más carnales son las protagonistas de un evento en el que se rompe la cuarta pared constantemente.
El evento comenzaba a las 19:00, pero a las 18:00 llegaron los primeros asistentes a la carpa previa, donde se hicieron fotos con los carteles, pidieron una bebida para hacer frente al calor sofocante y comenzaron a entrar en el universo Bacanal. Un cuarto de hora más tarde, comenzó a entrar el público más previsor, para ocupar sus asientos y asistir al preshow, en el que muchos de los actores que conformaban el cuerpo de baile, vestidos de época, animaban y provocaban al público que iban llenando las butacas de la carpa de Son Fusteret, cubiertos por una luz roja que no dejaba ver muy bien el escenario y gracias a la cual se intuían movimientos de lo más sexuales.
El show comenzó puntualmente a las 19:00, donde por fin se pudo ver el decorado completo, el más trabajado hasta la fecha según comentaron muchos asistentes. Lucifer, o ‘el puto amo’, como le gusta que le llamen los espectadores, dirigió con maestría el espectáculo, sacando los colores a más de un asistente, haciendo que las personas mayores compartieran sus preferencias en la cama y haciendo subir a parejas que fueron especialmente atrevidas, sin mostrar ningún miedo a compartir sus secretos más íntimos relacionados con el sexo, la bebida y la comida, los tres ingredientes indispensables en una buena Bacanal.
Además de animación y de interacción con el público, como ya es habitual en los espectáculos de Circo de los Horrores, la acrobacia y el equilibrismo tomaron protagonismo durante seis maravillosos números circenses, el último de ellos bastante emotivo que sacó una lágrima a más de un asistente (no queremos hacer spoiler, acudan y emociónense ustedes mismos), y que fue precedido de una reflexión por parte del maestro de ceremonias que hablaba de superación, de intentarlo una y otra vez y de disfrutar de la vida.
Un espectáculo de los sentidos que hay que ver, según esta humilde redactora, al menos una vez en la vida.
