Tras las reciente publicación del informe de la CNMC sobre el aumento de las reclamaciones a las comercializadoras de electricidad y de gas por parte de los consumidores, y el anuncio del Govern de modificar la ley de defensa del consumidor que incluiría la prohibición de la venta a puerta fría sin cita previa para evitar estafas, la Asociación de Empresarios Instaladores de Baleares (ASINEM), puntualiza algunos conceptos básicos sobre estos suministros que pueden ayudar a evitar fraudes o timos.
En primer lugar, se debe tener claro la diferencia entre distribuidora y comercializadora. La primera es la encargada de mantener las redes que hacen posible que la electricidad o el gas lleguen a nuestros hogares y no la podemos elegir (en Baleares es Endesa, excepto en Sóller y Parc Bit); la segunda únicamente nos vende la energía que compra en el mercado mayorista y podemos decidir la que más se ajuste a nuestras necesidades. Un ejemplo lo encontramos en la telefonía móvil: de la misma manera que todos estamos concienciados de que podemos cambiar de compañía telefónica buscando mejores servicios o precios, con la electricidad y el gas ocurre lo mismo, independientemente de que la distribuidora sea la misma.
Desde ASINEM también aconsejamos evitar descuentos ligados a la contratación de servicios adicionales ya que normalmente el sobrecoste de estos añadidos suele superar el ahorro conseguido y, por supuesto, desconfiar de aquellos comerciales que se presentan en nombre de nuestra compañía y no se pueden identificar como tal.
Por último, indistintamente de la opción elegida, existen una serie de costes, como el término fijo, alquiler de equipos de medida e impuestos, sobre los que no podemos actuar, por lo que a la hora de comparar ofertas el dato más importante es el precio de la energía, expresado mayoritariamente en €/kWh. Eso sí, hay que tener en cuenta que a mayor consumo más pagaremos, aunque tengamos un precio mejor. Por ello, desde la Asociación recomiendan utilizar equipos más eficientes, optimizar su uso y evitar consumos innecesarios.