Aquello que se inauguró 1908 como Sociedad de Socorros Mutuos, ‘Sa Societat’ de Calvià Vila, donde trabajaron todas las familias del pueblo y de la que se pusieron a la venta acciones, el café-bar, teatro y cine hecho de a poquitos con mucho esfuerzo y que fue requisado por la Falange en 1936 (muchos de sus miembros fueron encarcelados), sigue en manos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales como ‘Bien del Patrimonio Sindical’, como fue expropiada.
Un aluvión de camisetas con el lema ‘Sa Societat és del poble’ cubrió la mitad del pleno, a lo que Cristina Tugores como la alcaldesa accidental (el alcalde Onieva recibía en Madrid las ‘Q’ de calidad) respondió demandando las correspondientes (camisetas) para que las expusiera también el Partido Popular.
La exigencia de la moción socialista de relegar al regidor Miquel Bonet de la gestión de Sa Societat no se llevó a estimación, pero el tema dio bastante juego en el primer Pleno del año.
Entre el “sólo pueden hablar de Sa Societat los calvianers” y “todos los residentes tenemos derecho a considerarla nuestra” se solicitaban, refutaban y presentaban los estudios jurídicos y artículos necesarios para que los herederos de los antiguos socios puedan formar parte de ese espacio, tanto en la toma de decisiones como en la gestión de sus ofertas. Desde 1983 este espacio fue cedido por el Gobierno estatal al Ayuntamiento, a título gratuito y sin limitación temporal. Cerró sus puertas en noviembre de 2014 por diferentes versiones: la caducidad de su concesión por una parte y la deuda de los concesionarios (35.000 euros) por otra.
Sea como sea, la cuestión es que este lunes día 2 de febrero, a las 11 de la mañana, lo que era bar-cafetería con teatro y cine se abrirá bajo titularidad municipal como local a disposición de los vecinos y de la Asociación de Vecinos: Wifi, máquinas expendedoras, mesas y sillas dentro y fuera, prensa para su pública lectura, abierto todo el día y a disposición de los usuarios. Nada que ver con la casa del pueblo, pero seguro que siguen los trámites para reconvertir el inmueble en lo que siempre ha sido.
B.G.
