Este año, los profesionales delInstituto Balear para la Salud Mental de la Infancia y de la Adolescencia han atendido 14.430 consultas, entre primeras y sucesivas
El Hospital Universitario Son Espases ha inaugurado esta mañana la exposición «Emmascarats» con pinturas realizadas por jóvenes que asisten al Hospital de Día del Instituto Balear para la Salud Mental de la Infancia y de la Adolescencia (IBSMIA). La exposición está compuesta por doce pinturas en las que los niños y los adolescentes reflejan qué ha supuesto y cómo los ha afectado la pandemia de la COVID-19.
El estado de alarma, declarado en España en el mes de marzo por la situación de pandemia del Coronavirus 2019 (COVID-19), ha implicado el cierre de los centros educativos y el confinamiento domiciliario prolongado. Ello ha supuesto cambios importantes en las rutinas y en los hábitos de vida de los niños y de los adolescentes, ya que han estado expuestos a una gran cantidad de información sobre la pandemia por parte de los medios de comunicación, de las redes sociales y, en ocasiones, de sus familiares, que también se encontraban en situación de vulnerabilidad.
En estudios realizados a escala mundial tras la primera fase de confinamiento, se han detectado síntomas emocionales en un 80% de los niños y de los adolescentes. Estos síntomas son los siguientes: dificultad de concentración (76,6%); aburrimiento (52%); irritabilidad, intranquilidad, nerviosismo (40%); sensación de soledad, inquietud y preocupaciones (30,1%); facilidad para discutir con el resto de la familia (29,7%); mayor dependencia de los familiares (28%); ansiedad (28,4%); enfado (25,9%); tristeza (23,3%); excesivo miedo a la infección por COVID-19 (23,1%); temores que antes no había tenido, mucha preocupación al salir alguien de casa (22%); mayor tendencia a querer dormir con los padres (un niño de cada tres) y problemas del sueño que incluyen dificultad para conciliar-lo y despertares frecuentes (28,66%).
Los niños y los adolescentes con trastorno mental se consideran de riesgo, ya que los factores estresantes de la COVID-19 pueden provocar un empeoramiento de su patología. Los más vulnerables han sido los que han presentado las siguientes patologías:
- Discapacidad intelectual: a dichos niños y adolescentes, les resultó más difícil comprender la situación y la necesidad de restricciones, por lo que aumentó en ellos la ansiedad y la agitación. El cierre de los centros educativos y residenciales tuvo una gran repercusión en las rutinas de estas personas.
- Trastorno de espectro autista: los cambios y las pérdidas de rutinas les supuso un gran estrés. Durante la situación de pandemia presentaron, con mayor frecuencia, alteraciones del comportamiento y un mayor riesgo de tener que usar medicamentos psicotrópicos. Para intentar mejorar la situación, se permitió que, excepcionalmente, los niños y los adolescentes con trastornos de espectro autista y con alteraciones de conducta salieran al exterior acompañados de sus padres.
- Trastorno obsesivo compulsivo: los niños y los adolescentes con dicha patología, a causa de su preocupación por el contagio y por la contaminación, presentaron un empeoramiento de sus síntomas.
- Trastornos de ansiedad: incremento de los niveles de ansiedad.
- Trastornos depresivos: ideación autolítica y gestos autolíticos.
- Trastornos de conducta alimentaria: dado que el confinamiento supuso un cambio de estilo de vida, en algunos adolescentes se produjo una mejoría sintomática; pero, en otros, un empeoramiento. Se detectaron casos en los que el inicio de la sintomatología coincidió con el aislamiento.
El director gerente de Son Espases, Josep Pomar; la directora médica, Carmen Sanclemente; el director de gestión, Joan Carrió; la directora del IBSMIA, Isabel Flórez, y el profesor Jaume Mateu, inauguraron el pasado martes día 13 la exposición, que está situada en el vestíbulo de Rehabilitación (planta cero, al lado de la cafetería) y que se mantendrá hasta el próximo 31 de octubre.
La nueva normalidad
La “nueva normalidad” tiene más riesgo ya que es muy poco normal. La comunicación entre iguales ha cambiado: hay que mantener distancias, hay que restringir las salidas y mantener pocos contactos. Un porcentaje considerable de clases, a partir de los 12-13 años, se harán en línea. Todo ello puede provocar un mayor uso de pantallas y aislamiento interpersonal.
No se sabe cuánto tiempo durará esta situación, los planes se tienen que posponer y hay que convivir con una nueva situación de incertidumbre. La crisis ya no es únicamente sanitaria, sino que aparece un nuevo escenario: la crisis económica y la pobreza, por lo que el estado emocional de estos niños y adolescentes se puede resentir. Por tanto, es importante aceptar que, en ocasiones, puedan estar mal y se tiene que poder hablar de ello. Hay que llegar a lo que se esconde detrás de la máscara.
Consejos para los padres ante la nueva normalidad:
- Mantener las rutinas y los hábitos saludables.
- A pesar de que la escolarización sea semipresencial, se deben mantener los horarios de las comidas y del sueño estructurados.
- Separe los espacios de ocio de los espacios para los trabajos escolares en línea.
- Las rutinas diarias tienen que ser flexibles pero constantes.
- Se tiene que practicar ejercicio físico.
- Se debe crear un clima para que la comunicación sea abierta, en el que su hijo pueda expresar cómo se siente, manifestar sus preocupaciones y hacer preguntas.
- Permita que su hijo hable libremente y acepte sus sentimientos.
- Trate de ver las cosas desde la perspectiva de su hijo.
- Dígale que usted está ahí para apoyarle.
- Autocuidado. Aunque queramos a nuestros hijos, puede haber momentos en que no podamos más ya que tenemos muchas preocupaciones. ¿Qué podemos hacer en estas situaciones?
- Tome un descanso en el momento en que comience a sentirse enojado. Pare y respire.
- Intente no estar solo. Busque a alguien con quien hablar sobre cómo usted se siente.
- Busque espacios de autocuidado. Intente encontrar las actividades saludables que le gustan y que pueda hacer.
- Asegúrese de que su hijo está seguro cuando está conectado en línea.
- Hable con su hijo de los efectos que tiene el exceso de utilización de las pantallas.
- Establezca los límites de uso (tanto de tiempos y horarios como de espacios).
- Apague el móvil, de ejemplo a su hijo.
- Proponga hacer actividades alternativas juntos.
14.430 consultas realizadas este año
El Instituto Balear para la Salud Mental de la Infancia y de la Adolescencia (IBSMIA) es el organismo responsable de la evaluación, del diagnóstico y del tratamiento de todos los niños y adolescentes de las Islas Baleares que tienen un trastorno mental grave. Dispone de cinco unidades comunitarias de consultas externas (tres en Mallorca, una en Menorca y una en Ibiza), un Hospital de Día y una Unidad de Hospitalización Breve para pacientes que presentan trastornos de salud mental de gravedad elevada i/o con un riesgo alto. .
Este año, los profesionales del IBSMIA han atendido en Mallorca a 1.520 nuevos pacientes y, en total, se han realizado 14.430 consultas. En la Unidad de Hospitalización se han registrado 128 ingresos.