El Ajuntament de Calvià recibió el pasado viernes 18 de diciembre la escultura que el colectivo de artistas Ou Verd ha donado en homenaje a las víctimas de la pandemia del Covid-19. La escultura, que ha sido realizada con hierro reciclado, se llama Cor Calvianer, y está realizada por el artista Carlos Terroba, que pertenece al grupo artístico. El escultor habla con Diario de Calvià sobre el proceso de realización de esta escultura
¿En qué te inspiraste para elaborar este corazón?
En cuanto a este corazón en concreto, nació en base al convulso momento por el que estamos pasando como sociedad a nivel mundial, uno de los colectivos de artistas al cual tengo el placer de pertenecer «Ou verd» y en su nombre, nuestro presidente Tito López tuvo la idea de realizar un homenaje en forma de corazón, un recuerdo a los que la están sufriendo en primera persona, de admiración a los diferentes colectivos implicados en nuestra seguridad y en definitiva a la sociedad en su conjunto, ya que todos tenemos que aportar nuestro granito de arena en la solución final.
¿Qué materiales has usado?
Básicamente he utilizado varilla de «hierro dulce» de 8mm, algo de plancha de hierro y acero…
¿Este corazón lo hiciste ad hoc para la donación o ya estaba hecho de antes?
La idea era realizar un corazón en concreto para la ocasión, si bien es cierto que, por cuestiones de tiempo, se hubiese alargado demasiado y la verdad es que veíamos muy bonito poder entregárselo al municipio de Calvià en fechas tan entrañables como son las de Navidad, así que tome «prestado» uno de los que ya tengo realizado y que empleo para exposiciones itinerantes y lo adapté al lugar en cuestión. Este, en concreto es del año 2018.
¿Cómo fue el proceso de elaboración? ¿Te han ayudado?
La verdad es que ya son muchas las esculturas realizadas y para mí, siempre se repite el mismo patrón. Durante el proceso de elaboración, lo suelo pasar inmerso en el trabajo de una manera visceral, normalmente se me pasan las horas volando, necesito exprimirme y sentirme unido a la pieza en cuestión, a veces te frustras ya que el hierro, es un material que muchas veces tiene movimiento propio y si bien es cierto que lo podemos malear, no siempre sigue lo que tienes planteado, tiene cierta vida y yo, personalmente lo dejo que fluya, lo acaricio y golpeo a partes iguales, lo quieres y te enrabias con él…
En cuanto a los corazones, al tratarse de algo tan personal para mí, trabajo solo, he tenido la gran suerte de compartir proyectos con grandes artistas, pero el planteamiento, la energía es distinta, te adaptas a otro creador, a otras ideas… Es otra experiencia…
¿El Ajuntament de Calvià lo recibió con los brazos abiertos?
¡Por supuesto! Han sido geniales, desde el minuto uno, todo fueron facilidades, la comunicación por ambas partes fue muy fácil. Los técnicos de cultura, de organización de eventos, de mantenimiento y los operarios, se pusieron rápidamente a nuestra disposición, mano a mano, los permisos administrativos, la obra de anclaje, el transporte… personalmente ha sido enriquecedor trabajar con ellos.
¿Cómo fue la inauguración? ¿Haréis algo especial?
El acto de inaugurar una escultura es sin duda el colofón al trabajo realizado con tanto cariño, si bien se trata de ese momento oficial, no deja de ser el momento donde cedes algo tan personal como lo es una obra… El momento por el que estamos pasando y la significación de la obra merece un acto de cariño y acompañamiento, de apoyo a los que han sufrido o sufren, de una u otra manera la crisis. Más que una inauguración, fue un acto de cariño y fe.
¿Por qué se ha elegido el Paseo de la playa de Palmanova para exponerlo? ¿Qué te parece esta ubicación?
Durante unos días estuvimos buscando la ubicación adecuada, si bien es cierto que el municipio de Calvià es muy amplio y cuenta con inmejorables vistas, nos pareció el lugar propicio y así se lo hicimos saber al consistorio… Por su playa, sus aguas y su cielo, es un lugar idílico donde los vecinos y visitantes pasean en tan agradable entorno. Sin duda se trata de uno de los mejores lugares donde puedo tener una escultura.
Sabemos que a tu obra la acompaña un poema de Navarro Durruty… ¿Por qué? ¿Qué te parece el resultado?
Justamente, para darle la fuerza que queríamos. La imagen del corazón es algo universal, prácticamente todo el mundo sabe de lo que se trata y significa, amor… Se quería ir algo más allá, desde la junta directiva de Ou Verd se propuso añadir el poema, con lo cual se plasma aún más la idea de la playa, la arena, el cielo, el mar… todo integrado forma parte del mismo proyecto. Mi querido amigo Navarro Durruty tuvo a bien plasmar ese amor, que ya podemos ver en el propio corazón, en una suerte de letras, dándole la fuerza necesaria… Ha sido un verdadero placer y un orgullo tenerlo a mi lado.
¿Cómo ves la situación del mundo del arte actualmente?
No dejamos de ser un colectivo más, de los muchos afectados por la crisis… Estamos a la misma altura de necesidades y preocupaciones que cualquiera, de ahí lo importante del apoyo de entidades y particulares en la adquisición de obra de tantísimos buenos artistas, los cuales, podemos encontrar más cerca de lo que creemos… Animaría a todos a adquirir y regalar obras de arte, siempre es un valor al alza y seguramente de las mejores inversiones que podemos hacer… En estas fechas y siempre, regalar arte es regalar vida.
¿La sociedad debería apreciar más el esfuerzo, dedicación y sacrificio invertidos tras cada obra de arte?
¡Por supuesto! Sin duda, el movimiento artístico es algo tan profundo en su creación que creo que muchas veces no está lo suficientemente valorado. Cuando alguien adquiere una obra, no solo adquiere un bien, se hace poseedor de una idea y una energía que el artista ha plasmado, es algo más que una pintura, una fotografía, una escultura o unas letras… se trata de un valor único que cada artista ha creado…
Eres el último fichaje del colectivo artístico multidisciplinar Ou Verd… ¿Cómo fue que entraras en él? ¿Qué objetivos perseguís?
Efectivamente, para mí es un auténtico placer formar parte de este colectivo, yo ya pertenezco a otros colectivos de artistas y la experiencia es muy gratificante. Fue a propuesta de su junta y en la propia persona de su presidente Tito López, a los cuales les estoy muy agradecido por el ofrecimiento… Por supuesto es un auténtico privilegio estar en este grupo, el cual busca la unión de tantas formas de creación como sea posible, la ayuda al desarrollo de los propios artistas mediante exposiciones y fomentando sus trabajos, así como la colaboración en entidades benéficas y de donación de obra, como es el caso que nos ocupa…
Tu nombre artístico Thierro es el resultado de la unión de tus dos pasiones: el arte y el hierro. ¿Podrías concebir tu arte sin el hierro o viceversa?
Yo provengo de una familia mayoritariamente de artesanos y artistas. He tenido la gran suerte de aprender un oficio, ya hoy casi perdido por desgracia, que es el de yesero/escayolista y modelista. A mi padre le debo esos principios y los conocimientos de un duro oficio, pero a su vez con una base artística brutal. A mi madre la pintura y las letras (la parte más sentimental), si bien no suelo mostrar tanto lo que dibujo o pinto y lo que escribo. Mi lugar artístico, actualmente, lo tengo en el hierro, el cual saca lo mejor de mí… me resulta imposible ver un trocito de hierro tirado en la calle o el campo y no recogerlo para una futura escultura, así que no, no concibo mi vida artística fuera del hierro, al menos de momento.
