El CECAP propone un programa abierto a todas las academias y poder hacer frente a la grave crisis económica y a la oferta ilegal existente.
La crisis del COVID 19 deja tocados a los centros de formación privados que sólo en la CECAP dan trabajo a unos 200 docentes. La situación se complica aún más cuando en estos momentos no hay perspectivas de poder abrir a corto plazo por lo que puede representar el cierre definitivo de algunos centros.
En este sentido la Associació propone la creación de un “bono de formación” que permita acudir a clases de refuerzo en las academias inscritas a este programa cumpliendo también con unos requisitos de ingresos familiares. Se trataría de registrar los centros que formarían parte del proyecto cuyos requisitos serían estar dados de alta a Hacienda, Seguridad Social y licencia de actividades y que trimestralmente las familias becadas puedan presentar facturas oficiales a la Conselleria por las clases recibidas. Se propone un pago ágil, a 30 días para no causar perjuicios a las familias. La CECAP, entidad adherida a PIMEM, asegura que debería ser la misma administración que estipulara el precio máximo por hora y por alumno becado.
Para la Associació, la Conselleria debe fijar la cantidad de la ayuda en función de las necesidades de los alumnos en función de las asignaturas suspendidas por trimestre y de los informes de los servicios psicológicos y pedagógicos del centro. Estas aportaciones serían ampliadas o reducidas en función de los resultados obtenidos.
Finalmente la CECAP propone un seguimiento de la evaluación del programa. Según la asociación las familias acabarán escogiendo los centros que crean que mejor resultados darán para sus hijos y se promoverá una competencia entre los mismos repercutiendo en una mejora de los resultados, del sistema educativo y liberando la carga de los propios docentes en colegios e institutos.
