La Asociación de Fabricantes de Cerámica para la Construcción asegura que opta a grandes obras y cuenta con la confianza de muchos arquitectos de la isla
En un momento de crisis como el que estamos viviendo, muchos sectores se han visto afectados. Sin embargo, en Mallorca la construcción sigue con su actividad normal y las empresas suministradoras como los tejares siguen en plena actividad sin haber notado ninguna disminución en su producción. El sector vive un momento de cierto optimismo ya que ve que muchas de sus comandas se están haciendo bajo el criterio de producto local o “km 0”. Esto ha puesto en valor su producción y “donde antes era difícil optar a grandes obras, ahora es posible y se está dando con frecuencia. Esto es un verdadero balón de oxígeno para una industria que se enfrenta a muchos retos de futuro” según el presidente de la Asociación de Fabricantes de Cerámica para la Construcción, Miquel Torres.
Torres asegura que “los tejares que quedan en Mallorca juegan un papel clave porque pueden satisfacer una demanda muy exigente para, por ejemplo, edificios catalogados, y pueden a la vez suministrar cantidades suficientes para obra mayor”. “Hemos puesto nuestro conocimiento al servició de proyectos como la Sagrada Familia, y ahora hay arquitectos que valoran nuestra calidad y se suman al consumo del producto local. Considero que nuestra industria debería tener un trato de estratégica” explica Torres.
El presidente de la asociación, que está adherida a PIMEM, ha recordado que “en los últimos 20 años las decisiones gubernamentales han afectado muy negativamente a la industria, ya que estaba instalada en suelo rústico y esto no permitía hacer las reformas necesarias que exigía el mercado”. Esto fue unos de los motivos que conllevó el cierre de unas 20 empresas dejando sólo 4 tejares a pleno rendimiento dando trabajo en la actualidad a 25 personas. Aquí empezó según Torres, “una importación masiva y la impotencia de poder hacer frente a lo que venía de la península”.
El presidente de los Tejares asegura que “el reto ahora es proveerse de materia prima para hacer funcionar las fábricas y podría existir una combinación sostenible y ecológica que pasaría por poder nutrirse de materia forestal desechable y peligrosa para los incendios pero necesita de una coordinación entre empresas o sector público y privado”. Las propuestas de instalaciones de gas natural no se podrán llevar a cabo porque el consumo de estas empresas es bajo y no sale rentable a las empresas suministradoras.
