Donde ha subido con más fuerza es Andratx (24,8%). A continuación se sitúan las subidas de Calvià (18,3%), Puerto de Pollença (13,5%) y Alaior (12,1%)
El precio medio en las islas se sitúa en 2.863 euros/m2
En Palma el incremento se quedó en el 11,1%
El precio de la vivienda de segunda mano experimentó en Baleares una subida del 15,8% durante el año 2018 hasta situarse en 2.863 euros/m2, según el informe anual de precios de idealista. Durante el último trimestre del año el crecimiento fue más modesto: 3,9%
Sólo cuatro municipios analizados registraron precios más bajos que hace un año. La mayor caída se experimentó en Sant Antoni de Portmany, en la isla de Eivissa, donde los propietarios rebajaron un 3,2% sus pretensiones. Le siguen las caídas de Colonia Sant Jordi (-2,9%), Eivissa capital (-1,7%) y Manacor (-1,5%). En todos los demás mercados los precios se han incrementado, siendo Andratx donde lo han hecho con más fuerza: 24,8%. A continuación se sitúan las subidas de Calvià (18,3%), Puerto de Pollença (13,5%) y Alaior (12,1%).
A pesar de la caída, Eivissa es el mercado más caro de todos los analizados en las islas (5.078 euros/m2), seguido por Sant Josep de Sa Talaia, con 3.628 euros/m2, y Calvià (3.621 euros/m2). El municipio más económico de los analizados por idealista en Baleares es Inca, donde los propietarios piden una media de 1.276 euros/m2. Les siguen Sa Pobla (1.286 euros/m2) y Campos (1.611 euros/m2).
Subidas generalizadas en España
El año 2018 cierra con una variación positiva de los precios de la vivienda usada. Los precios subieron un 8,4% en los últimos 12 meses hasta situarse en los 1.720 euros/m2.
Aun así, y como viene siendo tónica habitual, no todos los mercados se han comportado de la misma manera, y mientras algunos crecen a tasas de dos dígitos otros lo hacen de manera más moderada y en algunos de ellos los precios siguen cayendo sin encontrar todavía su suelo.
La subida más alta la marca Las Palmas de Gran Canaria, que con un incremento del 21,1% ha situado el precio de la vivienda usada en 1.967 euros/m2. La mayor caída, en cambio, se ha producido en Tarragona (-10,9%).
Madrid finaliza 2018 con una subida interanual en el precio de la vivienda usada del 17%, lo que sitúa el precio del metro cuadrado en la capital en 3.844 euros. También ha sido relevante la subida de Valencia (16,4%) y Málaga (15,3%).
El precio medio de la vivienda usada también creció en Barcelona capital durante los últimos 12 meses, aunque lo hizo de una forma mínima (1,4%). Este incremento ha dejado el precio del metro cuadrado en 4.344 euros.
Del resto de capitales también destaca la subida de Girona (14,5%), Huesca (14,3%), Granada (13,4%), Logroño (13%) y Pamplona, donde han crecido un 12,3%.
En este año San Sebastián ha desbancado a Barcelona como la capital española más cara (4.403 euros/m2) en la capital guipuzcoana frente a los 4.344 euros/m2 de la catalana. Tras ellas se sitúan Madrid (3.844 euros/m2) y Palma (2.963 euros/m2). En quinto lugar se sitúa Bilbao, cuyo metro cuadrado aún alcanza los 2.933 euros. En la parte opuesta de la tabla encontramos a Ávila, con 952 euros/m2.
Según Fernando Encinar, jefe de estudios de idealista, “el año acaba con relevantes crecimientos en los precios de venta de la vivienda usada. Sin embargo, en los últimos meses de 2018 las subidas se han moderado y, en algunos casos, han revertido la tendencia y se producen
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caídas. En Las Palmas de Gran Canaria y Madrid, con subidas importantes (21,1% y 17% respectivamente) la variación en el cuarto trimestre es del 2,9% y de apenas 0,3%. Barcelona capital, aunque cierra el año con crecimiento positivo, concluye el último cuarto con bajadas en el precio de sus inmuebles en venta”.
Para Encinar “2018 ha sido un año de normalización en operaciones e hipotecas, aunque el freno temporal que ha supuesto el ruido del AJD y el decreto ley posterior ha impactado en el número de créditos hipotecarios concedidos. La incertidumbre de la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria, esperada para principios de 2019, hace que los bancos no muevan ficha en los precios pero se espera una subida generalizada, limitada por la fuerte competencia del sector. La consolidación de las hipotecas a tipo fijo, que se sitúan alrededor del 40% del mercado, hacen vislumbrar un horizonte estable en el hipotético caso de que los tipos y el Euribor comiencen a subir”.
En cuanto a las cifras de compraventa, el directivo asegura que “es más que seguro que cerraremos en año por encima de las 500.000 viviendas vendidas frente a las 460 miles de compraventas de 2017. Pero también tenemos que hablar de una ralentización en los últimos meses. Esta ralentización continuará a lo largo de 2019 acompañada de una moderación en los precios y en la concesión de hipotecas consecuencia de la cercanía al punto óptimo de mercado en el que nos encontramos”