Ni control de los medios ni favoritismos a la hora de contratar publicidad en medios privados. Ecuanimidad. Y respecto a los públicos, lo mismo. Después de las duras críticas recibidas, Esquerra Oberta de Calvià (que no consiguió darse a entender) decidió retirar la propuesta de veto y cambiar la creación de un consejo editorial municipal por un decálogo de buenas prácticas, que elaborará y hará cumplir una comisión de control de la publicidad pública local.
“Nunca pensé que escribiera tan mal, pero ‘yo tengo persona y soy un sentimiento’, perdón”, comentaba en tono simpático Alfonso Rodríguez Sánchez, de EOC, viendo que no conseguía transmitir sus verdaderas intenciones por muchos cambios que hiciera en el tercer párrafo de su moción acerca de las medidas “para y por la mejora y reorientación de la información pública del ayuntamiento”.
Sin embargo, el resto de grupos seguía interpretando que nuevas redacciones no modificaban en esencia la idea de ‘castigar’ o ‘premiar’ la línea editorial de medios de comunicación privados. “Usted habla de reorientar la información. Y la línea que separa la reorientación de la manipulación es muy estrecha. El derecho a la información es un principio básico de la democracia», decía José Manuel Ruiz (PP).
Carlos Tarancón, regidor de Ciudadanos, agradeció por su parte la rectificación, pero puso de manifiesto que “no se puede coaccionar a un medio por mucho que no le guste a un Ayuntamiento”. Mientras el portavoz socialista, Andreu Serra, explicaba que : “Ustedes plantean unas consecuencias para los medios que no informen con proporcionalidad sobre los grupos políticos municipales, y eso lo vinculan a la publicidad institucional. Pero la publicidad del Ayuntamiento no está para utilizarla en función de quién nos hace más caso”.
Entonces, en lugar del ‘consejo editorial’ propuesto inicialmente, se creará una ‘comisión de control’ para que las informaciones que se generan desde el ayuntamiento tengan la misma cobertura para todos los partidos políticos, además de los que integran el equipo de gobierno, consensuando y, sobre todo, contrastando informaciones con la oposición.
El objetivo final es “garantizar la pluralidad de la información municipal” y crear un espacio donde definir el decálogo de control de la comunicación, asentando las bases técnicas para que “con independencia de las responsabilidades y protagonismos del gobierno, la información municipal funcione como un canal de doble recorrido que promueva el conocimiento ajustado de la realidad de Calvià”.
El alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal, añadió que “quienes tienen líneas editoriales son los medios privados, no los públicos, y no podemos seguir discriminando a ninguno ni pagando por los mismos espacios más a unos que a otros, como ha venido sucediendo estos últimos 12 años”.
Por Blanca Garau
