Xesc Sans, presidente de Pagesia de Calvià, explica la situación del campo calvianer tras la crisis de la Covid-19
La pagesia de Mallorca no está atravesando su mejor momento. La crisis de la Covid-19 ha reducido mucho la demanda de productos locales, por lo que el sindicato Unió de Pagesos hizo un comunicado a los ayuntamientos para que comprasen producto local. En este sentido, la asociación Pagesia de Calvià apoya esta decisión. Su presidente, Xesc Sans (1968, Calvià) explica la situación del campo calvianer.
Explíquenos un poco cuáles son los objetivos de vuestra asociación
Nuestra asociación tiene el objetivo de dar a conocer que hay pagesos que hacen el trabajo de mantener el paisaje de Calvià y dar a conocer el fruto de nuestro trabajo, que son los productos de Calvià, sin tener una excesiva dependencia del Ajuntament. Somos una asociación humilde, casi testimonial. Llevamos activos desde principios de los 2000, pero desde 2013 hasta principios de año no hemos tenido actividad. En enero hicimos la presentación de la nueva junta directiva. Cuando hicimos la presentación fue una invitación abierta, y aunque la situación no nos ha favorecido, hubo unas 30 personas interesadas.
¿Cómo está la situación de pagesia en Calvià?
La situación actual afecta a todos los sectores, y como no puede ser de otra manera el sector agrario también se ha visto afectado. Al principio del estado de alarma, los pagesos de Calvià hemos notado una bajada de consumo de carne de xot, porque mucha gente la consumía en restaurantes y hoteles, y al estar cerrados hubo una reducción de la demanda. Otros efectos que vemos ahora son, por ejemplo, la bajada de precio de la almendra y otros productos de alta calidad. Lo que nosotros pensamos es que hacer producto de calidad es importante, y que la buena comida es la mejor inversión que podemos hacer, sobre todo si es de producto local ya que contribuye a la economía circular y hace prosperar un pueblo. Si únicamente tenemos turismo, la economía de la Isla es muy frágil. Los pagesos somos un sector esencial que diversificamos la economía.
¿Cómo son las relaciones de la pagesia con las instituciones?
El Ajuntament este año nos ha dado expectativas. En los presupuestos se hizo público que se darían 40.000 euros a políticas agrarias, además de otra ayudas ordinarias que vienen de atrás, como dar a los pagesos abono o comida para los animales. Es decir, lo que se hace ordinariamente es dar el pez, pero esta partida económica nueva de política agraría nos daría las cañas.
¿En qué se gastará finalmente este dinero? ¿Se ha tenido en cuenta al sector para decidirlo?
Aún no se ha concretado. Nosotros hicimos llegar sugerencias a Rafael Sedano, regidor de agricultura del Ajuntament, pero dijeron que no todas nuestras propuestas eran viables. Propusimos diferentes bloques: uno de formación, con cursos para pagesos interesados, de nociones de control de plagas biológicas, bienestar animal…También propusimos hacer visitas a fincas, e invertir en la compra de maquinaria para ser compartidas por pagesos de la asociación, como un remolque para mover animales de finca a finca. También pedíamos subvenciones de transporte para comprar cosas que no se fabrican en Mallorca, como barreras metálicas. Lo importante es que estos 40.000 euros vayan al campo.
Al menos parece que hay voluntad institucional de seguir desarrollando el sector primario
Demuestra que hay un cierto interés por el campo, si. El Ajuntament gestiona la finca Galatzó, y también saben los problemas que hay para mantener la finca, creemos que nos entienden porque ahora lo tocan las manos. Si contamos la finca, el Ajuntament es uno de los pagesos más grandes del municipio.
¿Cómo valoran la propuesta de Unió de Pagesos, que ha pedido a los ayuntamientos de la Isla que compren producto local?
Esta idea la suscribimos totalmente. Ahora no es fácil encontrar almendra de Calvià, ya que se pierde la trazabilidad porque está gestionado por una cooperativa. Queremos que se consuma producto local por una cuestión de justicia y porque deberíamos estar orgullosos de un producto bueno, que se puede ofrecer a visitantes y a residentes. Es una asignatura pendiente, hay mucho por hacer.
¿El Govern apoya a la pagesia en Calvià?
También tenemos peticiones. Hay una Oficina del mundo rural en Es Capdellà, y nos gustaría que allí los pagesos pudieran hacer cualquier gestión con la Conselleria, porque ahora para muchos trámites nos hemos de desplazar a Palma. También nos gustaría que hubiera una policía municipal especializada en el mundo rural.
Hay informaciones que hablan de las pocas medidas de seguridad que hay en el mundo rural relacionadas con los temporeros. ¿En Calvià se hace uso de este tipo de personal? ¿Se sigue alguna medida sanitaria especial?
La temporada de más trabajo es la recogida de algarroba y almendra, sobre todo de la garrova porque la almendra está más mecanizada. Lo que se contrata sobre todo es gente que ya está en Mallorca. Es cierto que fundamentalmente son inmigrantes, porque parece que gente de aquí se ha vuelto muy “señora” y no quiere trabajar en el campo, y estos años pasados los pagesos que necesitaban ayuda contrataban inmigrantes, que ya están aquí y aprovechan los meses de recogida. En cuanto a las medidas que seguimos, son las que dictan las autoridades sanitarias, no tenemos ningún protocolo específico.
El sector agrario es un sector que cada vez está más envejecido. ¿En Calvià pasa lo mismo? ¿Hay jóvenes interesados en seguir vuestro trabajo?
El sector primario está envejecido y es evidente, y este es un mal que afecta a toda la isla. Hay algunos jóvenes que comienzan a iniciarse y que tienen interés, y para nosotros es un aliciente poder ayudar a estos jóvenes que tienen interés, porque es un trabajo invisible en una parte muy importante del terreno de Calvià. Quizás no se note mucho, pero si dejásemos de hacer sí que se notaría. Por eso, tenemos que hacer más evidente el beneficio que damos al municipio. Actualmente quien hace de pagès es porque le gusta, y porque quiere y valora el rendimiento no tanto económico pero sí vital, de vivir en un entorno natural. La labor importante es reivindicar lo bueno que tiene el campo.