La Federación asegura que se entra en un periodo donde a los empresarios les costará dinero mantener a trabajadores/as en un contexto de mucha incertidumbre y crisis más severa para las pymes más pequeñas
PIMEM hubiera preferido que las exoneraciones a la SS para las empresas de menos de 50 trabajadores hubieran estado vigentes hasta septiembre y por motivos más que justificables teniendo en cuenta la dura crisis que pasan las pymes. El presidente Jordi Mora asegura que “era un acuerdo más que necesario para poder planificar los próximos meses, positivo dentro de lo que cabe pero que no coincide al 100% con lo que nos hubiera gustado para PIMEM ya hubiéramos preferido que la exoneración hubiera llegado al setiembre”.
La Federación asegura que se entra en un nuevo escenario donde ahora las empresas de menos de 50 trabajadores deberán pagar un 15% durante los meses de junio y julio y el 25% durante el agosto y el septiembre. Esto para la patronal significa un gasto dentro de un contexto de anomalía empresarial ya que si los trabajadores están en ERTE es porque la empresa no ha podido reanudar al cien por cien su actividad. Mora asegura que estos porcentajes de pago “llegan en un momento donde se sigue arrastrando una profunda crisis y mucha incertidumbre y precisamente las pymes son las empresas más afectadas financieramente”.
Por otro lado, PIMEM considera que se menosprecia al empresariado cuando se introducen incentivos en la activación de personas trabajadoras y, en concreto, que las manifestaciones del ministro Escrivá para justificarlo solo pueden ser fruto de un sesgo de interpretación. Desde la patronal se afirma que las empresas no deciden libremente cuando activan a las personas trabajadoras, ni que la mayor duración de la suspensión sea sinónimo de más probabilidad de cierre. PIMEM también ha puesto de manifiesto que los empresarios deciden activar a personas cuando la fuerza del trabajo se hace necesaria, y este es un hecho que no dependerá de los “incentivos”, salvo que fueran permanentes, indefinidos, ya que, de no serlo, resulta evidente que la activación anticipada, a pesar de ser incentivada, solo puede provocar la quiebra de la empresa si lo hace con costes estructurales superiores a los de los ingresos que le genera la demanda.
UATAE satisfecha por salir “del silencio” administrativo
UATAE por su parte se ha mostrado satisfecha por salir de la incertidumbre que rodeaba a los autónomos. Jeroni Valcaneras, presidente de UATAE Balears asegura que “hay satisfacción por mantener prácticamente las mismas condiciones para acceder a las ayudas de las que se habían mantenido hasta ahora aunque se está a la espera del escrito definitivo del gobierno central.
