El Ayuntamiento de Calvià tiene la intención, como anunció a finales del año pasado, de prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. A raíz de este anuncio, Izquierda Unida-Calvià ha emitido un comunicado en el que considera que “por si sola, esta medida será un foco de conflictos en las zonas más populares del municipio, como Magalluf y Santa Ponça”.
La formación política, ve en este anuncio “una prueba más de la incapacidad del Partido Popular de Calvià para solucionar un problema, que, gracias a las políticas clientelares que lleva a cabo, se ha visto agravado en el último año”.
Para Izquierda Unida-Calvià, estas medidas no aportarán nada nuevo, si no vienen acompañadas de otras medidas. Creen que entre otros problemas, puede provocar el cierre de pequeños empresarios, y un incremento de paro en el sector. Se preguntan “y qué pasará con las personas que consuman un refresco en la calle, ¿La policía beberá un trago para comprobar que no contiene alcohol?”
Para la formación todo pasa por la “implementación de medidas consensuadas e innovadoras que vayan a resolver el problema de una forma global y no sectaria, que beneficie a determinados empresarios.”
Anuncian que para la segunda quincena de febrero tienen prevista una reunión con los empresarios de las zonas afectadas por esta medida, con el fin de exponer propuestas para solucionar este problema.
