En el mismo mes del año 2019 se contabilizaron tan solo 37.505 personas paradas
El coronavirus no ha dejado tregua a la población activa de Baleares, según se refleja en los datos presentados este martes por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. En julio de 2020, el número total de parados en Baleares se situó en 71.547 personas, lo que supone un 90% más de paro que en el mismo mes del año 2019, cuando se contabilizaron 37.505 personas paradas. La de este año es la cifra más alta de parados en julio desde el año 2012 (75.524 parados), cuando España atravesaba uno de los momentos más duros de la crisis.
Las cifras de la EPA (Encuesta de Población Activa) dejan entrever el gran peso de la economía turística en nuestra comunidad, y cómo éste ha sido uno de los sectores más castigados por la crisis de la Covid-19.
Estos datos, sin embargo, dejan una noticia positiva, y es que el paro se ha reducido un -3,7% respecto al mes anterior, es decir, en julio hay 2.746 desempleados menos que en junio. Un descenso que puede tener que ver con la discreta apertura de algunos establecimientos turísticos.
Pimem
Sin embargo, para las patronales estos datos son insuficientes y piden soluciones. Es el caso de PIMEM, (Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca), que califica los datos del paro de «muy malos» a pesar de que no han sorprendido y pronostica un invierno complicado para familias y empresas. Su presidente Jordi Mora asegura que “la situación obliga a la administración central a prorrogar los ERTES hasta Semana Santa y evitar a toda costa que las cifras de parados aumente”.
El aumento del 90% respecto al año pasado no es más que el reflejo de la parálisis empresarial que hay. La PIMEM asegura que “no se pueden dejar caer las empresas ni a sus trabajadores y reitera que la exoneración del 100% del pago la Seguridad Social para las empresas de menos de 50 trabajadores y del 75% para empresas de más de 50 debe estar en la agenda sin demora alguna”.
Mora ve con mucha preocupación la situación empresarial y laboral que nos tocará vivir este invierno ante la caída estrepitosa de la ocupación, y considera que se puede dar un escenario difícil ya que “no tener trabajo ahora no sólo es no poder cubrir unas necesidades que ya de por si es lo más preocupante sino que entraremos en unos índices muy bajos de consumo interno y esto afectará a muchas empresas locales y autónomos”.