La Escuela Municipal de Danza de Calvià inició el curso el pasado 17 de octubre y finalizará las clases el próximo mes de junio
La Escuela Municipal de Danza de Calvià, al igual que la mayoría de negocios o centros educativos de España, tuvo que cerrar sus puertas el pasado mes de marzo por la llegada de la Covid-19. No obstante, el colegio no se ha rendido y ha vuelto a ponerse en marcha este mes de octubre. Eso sí, adaptándose a la situación sanitaria con una normativa nueva. Actualmente, antes de entrar en clase, los profesores toman la temperatura a los alumnos, usan gel hidroalcohólico, pulverizan spray en las suelas de los zapatos, mantienen la distancia de seguridad y limpian las salas después de cada cambio. Si bien es cierto que son medidas de seguridad un tanto incómodas, Maria Antònia Más, la directora de la escuela, afirma que todo está yendo muy bien: “Estamos contentos con la respuesta del alumnado, se han adaptado a todo favorablemente”.
Asimismo, al tener que reducir el aforo, hay alumnos en listas de espera en algunas clases. Es más, este año han tenido una demanda inesperada, así que todavía se están organizando y llevando a cabo cambios constantes para poder impartir las clases a todos los niños que lo deseen. De todas formas, la directora asegura: “Estamos contentos porque hemos vuelto a las aulas. Nos gustaría poder bailar en los teatros o en las calles pero, por ahora, no sabemos cuándo podrá ser”. En cualquier caso, en la Escuela Municipal de Danza de Calvià ofrecen diferentes disciplinas como ballet, contemporáneo o moderno, todas ellas con la misma demanda equitativa.
La historia de este centro se remonta más de una década atrás, en el año 2007, cuando Maria Antonia Mas le presentó la propuesta al Ajuntament de Calvià. “Después de enseñar danza en los colegios como extraescolar, los alumnos querían más; les gustaba esta disciplina y pensamos en formalizar una escuela con todas las necesidades que ello implica: espacio, barras de ballet, espejos, suelo adecuado, etc.” explica la directora. Según cuenta Más, creando el colegio tenían la posibilidad de dividir a los niños por edades y niveles semejantes para ofrecerles así una enseñanza más adaptada al grupo-clase, y poder avanzar de nivel. El Ajuntament aprobó dicha propuesta apoyada por muchos padres y, desde entonces, la escuela está en funcionamiento.
Cabe decir que el centro, además de formar a bailarines, también forma personas: “esta es nuestra filosofía” apunta la directora. “Enseñamos a nuestros alumnos desde el respeto, la disciplina y la igualdad. Enfocamos nuestras lecciones a ganar distintas habilidades como fuerza, resistencia, coordinación, oído musical, flexibilidad, equilibrio o expresión emocional”, y añade: “Nuestros objetivos son que haya mejoras constantes, desde el cariño a la danza y con ella evolucionar”. Por otro lado, la Escuela Municipal de Danza de Calvià, que ahora está en la Sala Palmanova para los niños de 4 a 12 años y en el Centro Juvenil “Es Generador” para los menores de 12 a 18 años, también lleva a cabo un campus cada verano. “Algunos de los alumnos que participan en el campus de verano son de la escuela o de otras escuelas, mientras que otros vienen sin haber hecho danza. La gran mayoría después continúan bailando porque descubren que les gusta” dice Más.
De todos modos, lo que tiene más éxito entre los jóvenes es poder mostrar lo que han aprendido: “Para el alumnado subir al escenario es uno de los momentos más deseados” comenta la directora. De hecho, la escuela ha participado en distintos eventos: actuaciones en el mercadillo de Portals en época navideña, puertas abiertas de muestras a los padres, shows de baile para el Día Internacional de la Danza o el festival de fin de curso que se suele hacer en junio. Actualmente, Maria Antònia Más cree que cada día se le da más valor a la danza, pero que todavía falta un largo camino por recorrer. “Para mí la danza ayuda físicamente, enseña disciplina, constancia en el trabajo, desarrolla la parte creativa y aporta seguridad en uno mismo… Es un arte muy completo que debería ser más valorado” concluye la directora.
