Escola de Música de Calvià: cuando el show debe continuar

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La escuela de música de Calvià se ha reinventado para adaptarse a la nueva situación y seguir así con las clases de manera segura

La Escola Municipal de Música de Calvià Josep Rubio i Amengual se fundó en el año 1984 y, año tras año, ha ido evolucionando hasta convertirse en un referente en la formación musical dentro de las islas. Se trata de un centro cercano y consolidado que suele contar con unos 200 alumnos matriculados y una quincena de profesores y solistas cualificados. Sin embargo, de los más de 30 años que esta escuela lleva formando músicos, este ha sido o está siendo el más complicado: “Las circunstancias, que nadie se las podía imaginar ni en las películas de ciencia ficción, han hecho que este 2020 sea el año más complicado hasta la fecha para el centro” explica Joan Rubio, el presidente de la escuela. 

Ante la crisis sanitaria, han tenido que adecuar la escuela a la nueva situación reduciendo el número de alumnos por grupo en las clases colectivas, quitando las mesas que eran para grupos y cambiándolas por sillas con brazo individuales o retirando el mobiliario decorativo. Por otro lado, la sala de espera también ha sido eliminada, puesto que los padres ya no pueden acceder al interior de la escuela. Asimismo, se han señalizado las direcciones para circular por el centro y se ha tenido que reducir la duración de las clases para poder ventilarlas cinco minutos entre clase y clase. Es más, ahora casi todo lo hacen con cita previa y responden tanto a los e-mails como al teléfono de manera diaria.

Otra novedad que el colegio ha implementado es la página web para hacer ciertas cosas de manera telemática como, por ejemplo, la matrícula de los nuevos alumnos o el aula virtual. El presidente admite que les ha llevado más trabajo de lo que pensaban: “Son muchos detalles y muchas posibilidades que hay que tener en cuenta, pero todo el esfuerzo realizado ha valido la pena para poder facilitar la comunicación y matrícula on-line, sobre todo en estos momentos en los que debemos adoptar medidas especiales”. Cabe decir que también han asignado horarios vía teléfono y ha ido mejor de lo esperado. De hecho, cuando haya finalizado el curso, valorarán las medidas adoptadas y si se pueden seguir aplicando o no cuando haya pasado la pandemia.

Los alumnos siguen confiando

En cualquier caso, a pesar de la difícil situación que se está viviendo, el número de alumnos no ha variado demasiado. “Es cierto que hemos tenido algunas bajas debido al contexto en el que nos encontramos, pero se ha compensado con nuevas matrículas” comenta Rubio. Y es que, aunque todo se haga de forma distinta, lo importante es que se sigue haciendo: aforo reducido en las clases, respetar el metro y medio de distancia e incluso los 3 metros para los instrumentos de viento, canto con mascarilla en el caso del coro, uso de gel hidroalcohólico al entrar al centro y en cada clase, desinfección de los instrumentos compartidos antes y después de usarlos… Y, además, se sigue haciendo en su sede principal: la antigua casa consistorial de Calvià. “Es un orgullo para nosotros disponer de un edificio con mucha historia para la gente del municipio” apunta el presidente. 

La Escola Josep Rubio i Amengual imparte estudios de música reglados del grado elemental y brinda el certificado oficial del grado elemental una vez finalizados dichos estudios. El grado elemental es el primero de los tres grados que configuran la titulación de los estudios de música del conservatorio, el primer paso para desarrollar la carrera musical, por lo tanto, dicho título es la base de la formación musical. En este colegio, los instrumentos más demandados son piano, guitarra clásica, guitarra eléctrica y percusión. Todo ello, en un entorno en el que hay alumnos de todas las edades: “En el caso de los niños, los profesores siempre corregimos cualquier comportamiento anómalo. Además, les indicamos cómo comportarse en conciertos, audiciones, el respeto a sus compañeros, etc.” señala el presidente.

Así pues, la filosofía de enseñanza del centro es intentar que los alumnos aprendan música de manera lúdica y entretenida, adaptándose a las nuevas tecnologías. “Es por ello que se apostó por un cambio de metodología en los lenguajes, por una metodología interactiva y atractiva para los niños, que a través de juegos van aprendiendo” cuenta Rubio. No es de extrañar, entonces, que la escuela de música de Calvià sea un referente en la formación musical: “Es una escuela que con el tiempo se ha ido dando a conocer, incluso vienen alumnos de otros municipios cuando tienen escuela de música en el suyo propio. Es un claustro activo, profesores que están en la Orquesta Sinfónica de Baleares, otros que tienen sus propios proyectos… También ha habido músicos de renombre en la isla” expone el presidente.

Cabe decir que la Escola Municipal de Música de Calvià Josep Rubio i Amengual colabora con la programación cultural municipal y ofrece audiciones de los alumnos, recitales de profesores, conciertos de Navidad y fin de curso, grabaciones y colaboraciones con otras instituciones, etc. Por lo tanto, profesores y alumnos pasan muchas horas y experiencias juntos, lo cual acaba por formar un vínculo especial: “La relación entre alumnos y profesores cada vez es más estrecha. Son horas de ensayos, de preparación de eventos y de mucha ilusión para llevar los proyectos a cabo” explica Joan Rubio. Es más, el mismo presidente asegura que en la escuela se respira “un ambiente familiar”.

Dicho ambiente, en el que todos los profesores imparten las clases juntos, cohesiona tanto a los alumnos como al colectivo del profesorado. Un colectivo que, para poder formar parte de la escuela, debe tener una titulación superior reconocida o un bagaje de experiencia musical en la materia. Sea como sea, el presidente afirma que en el centro “se trabaja muy a gusto”. Otro aspecto que Rubio ha querido destacar, ha sido el apoyo del Ajuntament de Calvià. “Desde el primer día, nos ha ayudado a normalizar todo este escenario”. Sin embargo, el presidente considera que la música siempre ha sido vista como “asignatura maría” en los colegios y no se le da la importancia que se debe. “Hay estudios que demuestran que la música es muy beneficiosa y, de hecho, tiene mucha relación con las matemáticas”. Y es que ya nos lo advertía el filósofo griego Platón siglos atrás: “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”.

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