Dichas subvenciones son para la recuperación, rehabilitación y conservación del patrimonio balear
La Mesa Permanente del Consejo de Participación de la Serra de Tramuntana se ha reunido este jueves para hacer balance de la convocatoria de subvenciones para recuperación, rehabilitación y conservación del patrimonio, el plazo de la cual se cerró a finales de enero, con un importante aumento en cuanto al número de solicitudes recibidas. Además, en la reunión también se han tratado las medidas que se han tomado para controlar el ruido y la velocidad en la carretera Ma-10.
Según ha informado el Consell de Mallorca este viernes, durante la pasada convocatoria el Consorcio ha recibido un total de 161 subvenciones, 40 más que en 2019, siendo los principales solicitantes los ayuntamientos (26) y particulares (100), aunque también solicitaron ayudas entidades sin ánimo de lucro (2), comunidades de bienes (1) y comunidades de regantes (1). Asimismo, 31 explotaciones agrarias también presentaron solicitudes.
Cabe decir que el fin último de la mayoría de las solicitudes de subvenciones es llevar a cabo trabajos de recuperación de elementos etnológicos, como molinos, márgenes, acequias, hornos de cal, etc. Por otro lado, también se hace hincapié en la recuperación de paisaje agrícola, que incluye trabajos como la tala, la limpieza, el control de plagas o la prevención de incendios.
En cuanto a las medidas del Consell para controlar la velocidad y el ruido en la carretera Ma-10, Iván Sevillano, conseller del área de Movilidad e Infraestructuras del Consell de Mallorca, ha participado en la reunión para explicarlas y ha anunciado que se ha reducido la velocidad máxima permitida de 70 a 50 kilómetros por hora y se han prohibido los adelantamientos en el entorno del mirador de ses Barques. Es más, ha insistido que no se trata de medidas puntuales, sino que la intención es dar continuidad.
Finalmente, se ha informado de avances en cuanto al registro de la marca ‘Serra de Tramuntana Mallorca Patrimonio Mundial’ para difundir y promocionar productos, bienes o servicios, vinculados al territorio ya declarado Patrimonio de la Humanidad. De tal forma que, en este momento, dicho registro está pendiente de aprobación a instancias europeas, mientras que se ha acordado también la creación de un grupo de trabajo con representantes de varios sectores a fin de elaborar los requisitos y condiciones específicos para cada producto.
