La Comisión de Sa Societat acordó, el pasado 7 de febrero, elevar a Alcaldía el acuerdo de crear un organismo desconcertado designando a los miembros del Consell Rector con cinco miembros de los partidos políticos integrantes del Pleno y como quinto, el regidor de Cultura, cuatro miembros de la Comisión asignados por ella misma, el Secretario municipal o delegado y el Interventor municipal o delgado, ambos con voz y sin voto.
La intención es que vuelva a ser, de verdad, lo que fue. Por eso se aplaude su ratificación en el pleno celebrado este jueves.
Sa Societat, mundo propio y memoria viva
En 1908, Sa Societat se inauguró como sede de la Sociedad de Socorros Mutuos Unión Obrera de Calvià. Tras las reformas del edificio, el Ayuntamiento recuperó este espacio para la cultura con una programación periódica de música, teatro y cine. Las instalaciones funcionaban como centro social, con televisión y prensa diaria, hasta derivar en algo tan frío como una zona wifi con ordenadores de uso gratuito, con máquinas expendedoras de autoservicio ‘a precios populares’.
La planta superior debía quedar a disposición de las dos asociaciones vecinales del pueblo: la Asociación de Vecinos de Calvià Vila y la Asociación d’Amics Calvianers, donde montar también pequeñas exposiciones de arte. Una pena.
Primer icono de la asistencia al obrero
Sa Societat es el edificio más representativo de la sociedad civil calvianera, destacando sobretodo por las actividades asociativas desarrolladas en él durante la II República.
Se construyó como sede de la Sociedad de Socorros Mutuos Unión Obrera de Calvià, una mutua de ayuda y formación a trabajadores e hijos de trabajadores del municipio, sin adscripción política. A través de esta institución se facilitaba dinero y atención médica a los socios incapacitados para el trabajo, mientras estuvieran enfermos.
El 14 de febrero de 1930 se emprendieron los trámites de edificación, iniciándose la construcción de Sa Societat en 1933 y finalizándose en 1934. Sigue en la esquina de la calle Major con la avenida de Palma, y es un estilo ecléctico que mezcla de elementos historicistas y del estilo regionalista propio de la época. Las obras se costearon empleando el método de venta de acciones entre los miembros de la asociación.
El edificio no sólo se dedicaba a socorrer a sus socios, sino que también se utilizaba como punto de encuentro, esparcimiento y ocio, ya que estaba constituido por una sala de teatro, un café y dos oficinas.
Sa Societat estuvo en funcionamiento como sede de la Unión Obrera de Calvià hasta que, tras el Alzamiento Nacional, sus bienes fueron incautados por las autoridades militares el 31 de octubre de 1936. Ahí pasó a ser Patrimonio del Estado y a tener diversos usos. Fue sede de la Hermandad Sindical, desarrollando las funciones de la desaparecida Cámara Oficial Sindical, destinada principalmente al control de la agricultura del municipio. Luego se convirtió en un bar. Tras su abandono, pasó a manos del Ayuntamiento que, en 1995, inició su rehabilitación para usos culturales.
Ahora, parece que el pueblo lo va a recuperar.
Una información de Blanca Garau