El otra vez larguísimo pleno del Ajuntament de Calvià ha aprobado finalmente la suspensión, durante un año, de las autorizaciones de permisos de obra hasta una nueva aprobación inicial del remodelado Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Antonio García Moles, teniente socialista de alcalde de Urbanismo, afirmaba que la decisión responde a que el futuro PGOU afecta a zonas en las que se debe “andar con mucho tiento”, porque el plan debe estar garantizado para un desarrollo que responda a la seguridad jurídica y el interés público.
Por tanto, quedan ‘congelados’ los proyectos de parcelación, reparcelación, comunicaciones previas para edificaciones, solicitud de obras menores, proyectos de ampliación y proyectos de nueva planta en zonas calificadas como ‘falsos urbanos’, suelo rústico y zonas de protección litoral, entre otras. Siguen adelante las reformas hoteleras proyectadas.
No se ha avanzado el plan
Esta medida se ha tomado sin tener aún el avance del nuevo PGOU, como se quejaron quienes votaron en contra y quienes mostraron su voto en blanco (la iniciativa se aprobaba con los votos a favor del PSOE, Sí Se Puede y Esquerra Oberta, el PP votó en contra y tanto el regidor de Ciudadanos como la edil no adscrita se abstuvieron).
Cabe recordar que esta misma votación se intentó en el pleno ordinario del mes pasado y no tuvo reflejo por la falta de acuerdo de los propios partidos de izquierda.
Una información de Blanca Garau
