El sistema actual que mantiene la red de saneamiento hídrico en suelo urbano de Calvià formaba antes parte de las competencias enmarcadas la Ordenanza de Policía y Buen Gobierno, que quedó derogada. Así, tanto su mantenimiento como la manera de mejorar su funcionamiento, se encontraban en una especie de ‘limbo’ legislativo que solo conseguía una degradación paulatina y contraproducente.
Así, el equipo de gobierno propuso en este pleno de noviembre un nuevo texto para aprobación inicial con una nueva normativa, que incluye de entrada la necesidad de sanear y cegar las fosas sépticas en zona urbana y separar las canalizaciones de pluviales y fecales, optimizando la eficiencia de las redes hídricas y aislando aguas de uso doméstico de las canalizaciones de grises y negras.
Las piscinas deberán desaguar en el sistema de alcantarillado para su paso por depuradora, y exige a hoteles, parques acuáticos e instalaciones deportivas a comunicar las descargas, totales o parciales, de sus piscinas en temporada alta. Se contemplan sanciones de hasta 3.000 euros por incumplimiento.
La exposición del teniente de alcalde, Andreu Serra, fue aprobada a pesar de la abstención del PP, que planteó en boca de su portavoz, José Manuel Ruiz, la falta de datos aclaratorios y de tecnicismos que quedan por especificar.
Una información de Blanca Garau