Para vigilar el cumplimiento de la normativa se reforzarán los operativos de inspección en zonas estratégicas de las Islas, en locales de ocio y en posibles fiestas particulares además de los establecimientos de Punta Ballena también cierran la Calle de la Cerveza (Miquel Pellisa) y Calle del Jamón (Pare Bartomeu Salvà)
El Govern ha anunciado hoy un nuevo paquete de medidas orientado a reforzar la protección ante la crisis derivada de la pandemia de la COVID-19 y a posicionar aún más a las Islas Baleares como destino turístico seguro gracias a su excelente situación epidemiológica. Actualmente el archipiélago presenta mejores datos que los de otros territorios (tanto nacionales como internacionales) y el objetivo que se persigue con estas nuevas medidas es evitar que el comportamiento incívico de unos pocos pueda poner en riesgo todo lo conseguido hasta ahora en términos de reinicio seguro del turismo.
Así, con el objetivo de proteger a toda la población y evitar la propagación del virus, el Govern, de forma coordinada entre las consellerias de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Administraciones Públicas y Modernización, y Salud y Consumo, ha aprobado mediante una resolución prohibir el uso de pajitas largas durante el consumo de bebidas así como el uso de vasos o recipientes de bebida compartidos. En esta línea, también se prohíbe en las zonas delimitadas por el decreto de excesos de enero el uso de mesas altas con taburetes en vez de sillas, ya que favorecen que muchas veces el cliente esté de pie, mucho más próximo al siguiente comensal que en una mesa tradicional y que circule con mayor libertad por el establecimiento.
Además, como medida adicional también se decreta el cierre de todos los establecimientos de comercio, ocio y restauración en las calles Punta Ballena de Magaluf, Miquel Pellisa (más conocida como Calle de la Cerveza) y Pare Bartomeu Salvà (más conocida como Calle del Jamón) de Playa de Palma. Estas medidas se publicarán hoy en el BOIB, su entrada en vigor tendrá efecto inmediato y tendrán una duración de dos meses prorrogables.
En un momento como el actual, en el que Baleares ha sido una de las comunidades más castigadas por la crisis ocasionada por la pandemia del COVID 19 y en el que cualquier rebrote supondría un golpe muy duro para todo el sector turístico, el Gobierno de las Islas mantiene su compromiso por erradicar ese tipo de turismo vinculado al alcohol, los excesos y los desórdenes públicos y fomentar un turismo de mayor calidad.
El conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, ha incidido en la necesidad de impulsar estas actuaciones para “no poner en riesgo 200.000 empleos” y contener la epidemia. “Nuestros trabajadores han hecho un esfuerzo enorme y no los vamos a poner en peligro, seguiremos protegiéndolos”, ha asegurado antes de dejar claro que el Govern “actuará allí donde sea necesario” para hacer cumplir las normas.
Refuerzo de los operativos de inspección
Por otro lado, la consellera de Administraciones Públicas y Modernización, Isabel Castro, ha anunciado que se reforzarán los operativos de inspección en zonas estratégicas de les Illes, en locales de ocio y en posibles fiestas particulares, para vigilar el cumplimiento de estas nuevas medidas, de la normativa respecto a aforos permitidos, uso de mascarilla, distancia social y horarios, entre otras cuestiones.
Cabe recordar que desde la Dirección General de Emergencias e Interior se están coordinado estas intervenciones y la operativa de los dispositivos, formando equipos multidisciplinares con inspectores de la CAIB y de los consells insulars, policías locales, Guardia Civil y Policía Nacional.
“Contamos con una plantilla de un centenar de inspectores de la CAIB para participar en estos operativos multidisciplinares, a los que se sumarán otros 50 inspectores de Trabajo. No podemos dejar que la falta de responsabilidad de unos pocos ponga en peligro a nuestros ciudadanos y ciudadanas que han tenido un comportamiento ejemplar durante todo este tiempo. Es una cuestión de salud pública”, ha declarado.
El Govern de les Illes Balears ha aprobado un decreto ley con el régimen sancionador específico para hacer frente a los incumplimientos de la normativa prevista para paliar los efectos del COVID-19. Este decreto contempla sanciones de hasta 600.000 euros para infracciones muy graves e incluso el cierre del establecimiento.
La situación epidemiológica del archipiélago es excelente y lo que se busca con estas medidas es que continúe siéndolo. En los últimos 14 días el archipiélago registra la tasa de incidencia acumulada más baja de toda Europa, con 4,78 casos por cada 100.000 habitantes. Se trata de una cifra muy inferior a la que registra el conjunto de España (14,8) y está también muy por debajo de la que presentan sus principales mercados emisores de turistas, tanto el Reino Unido (no ofrece datos) como Alemania (6,8).